Hoy en día los pilotos de una aeronave pueden comunicarse casi instantáneamente con cualquier parte del mundo, bien por radio, bien por enlace de datos, mediante satélites de comunicaciones. Pero hubo un tiempo en que los pilotos dependían de señales luminosas desde el suelo, o los más afortunados llevaban a bordo una radio por la que podían enviar y recibir mensajes por código Morse.
Pero claro, cuando se sobrevolaba un país con un idioma diferente al propio, podía ser complicado entender los mensajes. El inglés como idioma internacional de la aviación se escogió durante la Convención de Chicago de 1944. Esta es la reunión de aerolíneas y gobiernos que marcó como es hoy la aviación comercial. No sería hasta 1951 cuando OACI, un organismo dependiente de Naciones Unidas y que es el regulador mundial de la aviación civil, recomendó que se adoptase el inglés en todas las comunicaciones. Y no sería hasta 2008 cuando se impusieron pruebas obligatorias de inglés como parte de la obtención de cualquier licencia de piloto.
Pero volvamos al pasado. A principios del siglo 20, el entonces director general de Correos británico estableció una serie de señales de tres letras que comenzaban con esa letra Q para las comunicaciones entre barcos y tierra. Q venía por “question”, pregunta, tanto en inglés como en francés. Ante el éxito se comenzó a usarse en las comunicaciones. En 1912 en la Segunda Convención Internacional de radiotelegrafía se adoptaron 45 códigos Q, que fue ampliado y adoptado oficialmente ya en los años cuarenta, por la Unión Internacional de Telégrafos (ITU por sus siglas en inglés), hoy Unión Internacional de Telecomunicaciones, por medio del Comité Internacional de Consultas sobre Radio, (hoy igualmente, Unión Internacional de Telecomunicaciones Sector de Radiocomunicaciones, UIT-R). A la aviación se le asignaron los comprendidos entre QAA y QNZ. A la navegación marítima del QOA a QQZ. Y a otros campos de las comunicaciones de QRA a QUZ. La letra Q no se usa nunca en la segunda y tercera posición del código.
Así, un piloto español que no supiese alemán, o un alemán que no supiese árabe, o más bien sus operadores de radio, podían comunicarse con tierra y viceversa.
Por ejemplo, desde un avión podían emitir: “QAF Madrid 11:30 15000, QAM? Burgos QBK 12000”. Y en tierra entender que está reportando que pasó por Madrid a las 11:30 a 15.000 pies de altitud, que pide la última información meteorológica disponible de Burgos, y que está volando en ese momento a 12.000 pies sin nubes cerca.
Si el código va seguido de una “?” es una pregunta, Por ejemplo “QAF? Madrid” significa ¿cuándo estará o estuvo sobre Madrid? QBK? Sirve para preguntar al piloto si está volando cerca de nubes. Hay otros códigos para volar por encima (QBG), en medio (QBF) de o por debajo (QBH) de nubes.
Lo cierto es que con las comunicaciones por voz, y luego por enlace de datos, el Código Q casi se ha dejado de usar en aviación, sin embargo si hay algunos códigos que, aunque ya no con su significado literal original, se siguen usando.
Así, cuando los pilotos reciben la información meteorológica para despegar o aterrizar, además de la dirección y fuerza del viento, la temperatura, el punto de rocío, la altura de la base de las nubes, y la visibilidad vertical y horizontal se les indica QNHXXX. Originalmente QNH significaba “si usted ajusta la subescala de su altímetro a XXXX milibares, el instrumento marcará su elevación si estuviese en el suelo en este aeropuerto a tal hora”, o bien sí es una pregunta, “¿A qué debo ajustar la subescala de mi altímetro para que indique su elevación si estuviese en el suelo en su aeropuerto?
Los altímetros de las aeronaves funcionan midiendo la presión atmosférica sobre una referencia estándar, y en función de esa referencia señalan la altura, por encima o por debajo de un punto. Dicha medición puede ser sobre el nivel medio del mar o sobre un punto concreto del suelo, como es un aeropuerto.
Así, indicar el QNH significa que el altímetro marcará la altitud de la pista respecto al nivel del mar.
Sin embargo, el altímetro también puede ajustarse por el QFE, que es el ajuste con el que el altímetro marcará cero cuando esté en la pista. El QFE hoy casi no se usa ya que las cartas aeronáuticas por las que se guían los pilotos indican la altitud del aeropuerto sobre el nivel del mar
La presión atmosférica depende de la temperatura del aire. Como esta varía, en aviación se definió una atmósfera estándar, la cual se usa como referencia en todas las aeronaves que vuelan por encima de la denominada altitud de transición. Al tener todas sus altímetros regulados a 1.013,2 milibares o 29,92 pulgadas, independientemente de si la temperatura y la presión son mayores o menores de la atmósfera estándar, todas las aeronaves en la zona tendrán altímetros que señalarán la misma altitud de vuelo, la cual puede estar por encima o por debajo de la altura real sobre el terreno. Pero todas tendrán el mismo error, por lo que este queda cancelado.
Finalmente si nos hablan del QFE, nos están indicando la altura sobre la capa de presión de esos 1.013,2 milibares. Esta, en función de las condiciones existentes puede estar incluso por debajo de la altura media del mar.
Otra sigla que se sigue usando es también QMS. Este hace referencia al eje de una pista, y más concretamente su prolongación más allá de los límites físicos de la misma. Así, a una aeronave a la que se autorice a cruzar el QNS de la pista XX a 1.500 ft, se le está indicando que puede pasar de un lado al otro de la pista a esos 1.500 ft. Esto permite mantener el eje de la pista libre de otras aeronaves de tal forma que otra que despegue o aterrice en dicha pista sabe que no hay otra en su camino. Lógicamente, al hablar aquí de aeronaves, nos referimos a sus pilotos.
Aunque como decimos el Código Q hoy casi ha caído en desuso en las comunicaciones aéreas o marítimas, sí hay un lugar, o mejor dicho comunidad, donde todavía es de uso común: los radioaficionados.
Una penúltima curiosidad, los militares, especialmente los de la OTAN, tienen su propio código, solo que la primera letra es la Z en lugar de la Q.
Y para finalizar, “QEG, QEJ, QEK” significa “¿Puedo abandonar la posición de estacionamiento, rodar y entrar a la pista de despegue?, Estoy listo para despegar”.
Autor: Fly News