¿Te has preguntado alguna vez cuál es la distancia máxima que puede recorrer un avión volando? La respuesta más lógica será “hasta donde le lleguen las reservas de combustible”. Por supuesto que sí pero, ¿qué condicionantes determinan que una aeronave pueda tener un mayor o menor alcance de recorrido?
Como bien hemos apuntado, el combustible juega un papel muy importante. Parece evidente que cuanto más queroseno haya en los tanques de combustible, mayor será la distancia recorrida. Pero aquí entran en juego otros factores: el peso y carga de la aeronave. La configuración del avión, el número de butacas, el número de pasajeros máximo a bordo, sus maletas, la cantidad de catering embarcado… Todo esto determinará la distancia máxima y durante cuánto tiempo podría estar volando.
Y el Maximium Take-Off Weight (MTOW) o el peso máximo de despegue. Un avión no puede ser cargado hasta los topes sin ningún tipo de criterio: ni se elevaría del suelo, ni podría realizar una frenada de emergencia en condiciones de seguridad durante el despegue y sin salirse de pista.
No nos olvidemos que para que una aeronave levante el vuelo hace falta que genere sustentación en sus alas; estos son los principios fundamentales de la aerodinámica. Por consiguiente, su MTOW será el peso máximo permitido por el fabricante para que un aparato despegue en condiciones completas de seguridad: un balance equilibrado del 100% de la carga útil y el 100% de combustible sumados al peso en vacío de la aeronave. Y es aquí cuando la aerolínea decide, conociendo ese MTOW, si añade más pasaje y carga pero menos combustible, y realiza vuelos más cortos; o si por el contrario, abastece al avión con la máxima capacidad de combustible, reduciendo el volumen de carga y pasaje, realizando vuelos de mayor alcance. A grosso modo.
Existen muchos otros factores exógenos que influyen en el rendimiento en vuelo de un avión, como la meteorología, el rozamiento del aire y las corrientes, entre otros.
Todas las compañías aéreas diseñan sus rutas comerciales considerando estos factores. E incluso con márgenes suficientes como para que los aviones se mantengan en el aire durante tiempo extraordinario, si se diera el caso del fenómeno conocido como “tráfico”. En este caso, los aviones tendrían que hacer cola y esperar su turno de aterrizaje volando en círculos sobre el aeropuerto de destino. Este fenómeno de congestión aérea es más común en aeropuertos extremadamente transitados.
La técnica y el desarrollo de motores más eficientes ha sido clave para alcanzar mayores alcances. ¡No olvidemos que antes de la aviación a reacción, los turbohélices que recorrían destinos internacionales tenían que hacer escala en aeropuertos intermedios para repostar combustible!
La evolución y la técnica para aligerar el peso de las aeronaves también se aplican en los materiales estructurales y el fuselaje. Aunque la mayoría de aviones comerciales utilizan aluminio y aleaciones de alta resistencia que contienen cobre, magnesio y zinc, el Airbus A350 ha supuesto un hito al introducir la fibra de carbono como elemento principal. Este aparato, al que Iberia ha incluido recientemente a su flota, es capaz de consumir un 30% menos de combustible que otros modelos similares, e incluso alcanzando mayores longitudes.
Con todo lo anterior, cada fabricante establece cuáles son las distancias máximas de alcance de sus aparatos. Considerando la flota Airbus de Iberia, podemos identificar los siguientes datos:
- El A350-900 es capaz de volar durante 20 horas seguidas sin repostar una distancia de 11.000km, la aproximada entre España y Chile.
- El A330, en su versión de 242 toneladas de MTOW, puede recorrer la distancia aproximada entre Madrid y Yakarta, en Indonesia.
- El 321 XLR, que Iberia incorporará a su flota en 2023, alcanza una distancia máxima de 8.700 km, pudiendo realizar un Madrid-Quito directo.
- Los aviones más pequeños como los A321 y A320 no tienen alcance para realizar vuelos intercontinentales, siendo utilizados para corto y medio radio.
En la actualidad se están desarrollando prototipos de aviones 100% eléctricos, pero apenas competitivos con el alcance y capacidad de pasaje que ofrecen los principales fabricantes. Hasta ahora, el más ambicioso es el fabricante sueco Heart Aviation, que comenzará a comercializar en 2026 el modelo ES-19; un avión totalmente eléctrico con capacidad para 19 pasajeros que recorrerá un máximo de 400 km.
Otras soluciones más plausibles que se están actualmente desarrollando como alternativas al queroseno son los combustibles de hidrógeno. El problema que este presenta es la necesidad de unos tanques de mayor volumen para recorrer las mismas distancias que ofrecen los combustibles fósiles; de ahí que se reduzca la capacidad de carga y pasaje.
Estamos viviendo un momento interesantísimo en la evolución de la aviación, y dentro de muy poco llegaremos incluso a volver a ver la aviación supersónica. Esta vez a base de combustibles sostenibles y cero emisiones netas de carbono, con la comercialización del “Overture” del fabricante estadounidense Boom Supersonic, para 2029. Entonces quizás ya no nos preguntaremos tanto “cuánto puede llegar a volar un avión” en rutas intercontinentales, y nos empecemos a interesar por el “cuánto tardaremos en llegar”.
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