Nadie puede poner en duda que Lanzarote es un paraíso terrenal, por sus paisajes, sus playas, su clima, sus gentes y el legado que dejó César Manrique no solo en esta, si no en todas las Islas Canarias. Pero cuando sus visitantes llegan a la isla, la mayoría lo hace pensando en disfrutar de sus playas y calas únicas. Hoy te invitamos a hacer un recorrido por algunas de las más bellas que podrás ver en Lanzarote.
Famara, Playas del Papagayo o Playa Grande son solo algunas de las que podrás disfrutar en tu viaje. Pero hay muchas más, además de piscinas naturales de aguas cristalinas, donde pasar un viaje inolvidable y casi en cualquier época del año. Coge la toalla, crema y a disfrutar. Lanzarote, allá vamos.
Arenas blancas infinitas para todos los gustos
Se tiene la idea de que en Lanzarote las playas son de arenas negras, y claro que las hay, como Playa Quemada, Janubio o Las Malvas. Playas de origen volcánico que sí deberías visitar por ser algo único. Pero Lanzarote es un paraíso terrenal; es mucho más que eso. Sus playas de arena blanca son otro must en la isla que te invitamos a conocer.
Empezamos el recorrido en Famara, una playa de 6 kilómetros de arena blanca y fina con un oleaje fuerte ubicada en el Parque Natural del Archipiélago Chinijo, ideal para los amantes de los deportes acuáticos. Si no practicas estos deportes, precaución al meterte en el agua. La playa se encuentra bajo la Peña del Chache, lo que la hace ser un paisaje bellísimo a los ojos de cualquiera. Playa accesible y con servicios para pasar un día de desconexión.
Si prefieres una playa más urbana, tu destino será Playa Blanca. En realidad, Playa Blanca es una localidad dentro del municipio de Yaiza, donde se encuentran Playa Blanca y Playa Dorada. Ambas con arena fina y blanca y con un mar más tranquilo. Son playas con todos los servicios: restaurantes, sombrillas, hamacas, deportes náuticos. Al fin y al cabo, son playas semiurbanas, perfectas para ir en familia a disfrutar de un día de sol, pero con la posibilidad de hacer un descanso en el pueblo y, de paso, disfrutar de la gastronomía canaria.
Hay lugares en el mundo que son especiales, y si hablamos de Lanzarote, uno de estos lugares sería sin duda las Playas del Papagayo (arriba). También en la zona de Playa Blanca, que tiene dos kilómetros de longitud, se encuentran las calas Papagayo, Puerto Muelas, Caleta del Congrio, Playa de la Acera, Playa del Pozo, Playa Mujeres y Calentón de San Marcial. Paraísos terrenales todas ellas, de arena fina y aguas tranquilas y de las más fotografiadas de la isla.
Playa Papagayo fue elegida como la Mejor Playa de España en 2019 y no es de extrañar, ya que es una de los lugares más especiales de la isla por su arena, su agua cristalina y su entorno. Eso sí, no cuenta con servicios en la misma playa pero sí tendrás el pueblo de Playa Blanca a unos minutos en coche.
Milagros naturales de aguas cristalinas
Otro encanto de Lanzarote son sin duda sus piscinas naturales. Entre rocas volcánicas y arenas, descubrirás estos lugares únicos para disfrutar de la naturaleza. Para todos los gustos también, te invitamos a ver con tus propios ojos estas maravillas de la naturaleza.
En Charco del Palo (arriba) encontrarás tres piscinas naturales nudistas (dentro del municipio naturista de Haría) enmarcadas entre rocas y rodeadas de arena. Si pasas el día aquí, te sugerimos bañarte en las piscinas y no en el mar, que puede ser más peligroso. Sus colores y reflejos son algo que deberías ver al menos una vez en la vida.
En el mismo municipio podrás visitar Punta Mujeres, un pequeño pueblo pesquero que cuenta también con sus propias piscinas naturales. Aquí el hombre ha puesto su grano de arena para poner escaleras a las mismas y que sean más accesibles.
En el pueblo de Guatiza encontramos una de las piscinas naturales de mayor tamaño de Lanzarote, la Cueva del Agua. Con un acceso algo más complicado (cuidado con no resbalar), pero bien merece la pena para ver el espectáculo que nos ofrece este trocito de isla. Se accede desde Los Cocoteros y es de las menos concurridas. Recuerda tener precaución tanto para llegar como para estar allí y lleva calzado cómodo porque puedes pisar rocas e incluso algún erizo. Pero te aseguramos que merece la pena porque será una visita inolvidable.
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Imágenes | ©Turismo Lanzarote; Eloi Mella; Fotoember