Si tu pasión es la playa, Uruguay es un destino ideal para vos. La costa uruguaya es tan extensa como diversa. A cortas distancias encontrarás costas tranquilas y otras agitadas como para practicar deporte acuático, entre otras experiencias.
Uruguay es un país situado en la parte oriental de América del Sur que tiene 650 kilómetros de costa, que junto a su temperatura media anual (23°C en verano y 12°C en invierno) lo convierten en un destino muy agradable a la hora de buscar nuevos aires y nuevas experiencias. Kilómetros y kilómetros de arenales dentro de unas costas caracterizadas por tener playas rodeadas de dunas y separadas por puntas rocosas.
En la costa vive casi el 70% de la población y en ella se produce más del 40% de la riqueza del país. Turismo, pesca, deportes de riesgo, cultura, tradiciones… Un sinfín de alternativas a lo largo de sus 650 kilómetros.
Ya contábamos que Uruguay es el destino de las decisiones, pero hoy vamos a viajar hasta la costa este del país. 200 kilómetros de playas paradisíacas bañadas por el Océano Atlántico. ¡Vámonos!
Costa de Oro
Comenzamos saliendo de Montevideo hacia el este, pasando por Ciudad de la Costa hasta llegar a la Costa del Oro. Esta zona se caracteriza por ser la unión entre Río de la Plata y el Océano Atlántico y por el espectáculo que supone ver la unión de ambas aguas y cómo se va volviendo más azul y aumentando su salinidad. En esta parte del país hay varios balnearios (así llaman a las ciudades costeras) cuyos límites están difusos, pero entre los que destacan Atlántida o Piriápolis. El primero, segunda residencia de muchos uruguayos residentes en Montevideo, por lo que suele estar bastante concurrida. Pero bien merece la pena una visita al mirador El Águila, una escultura con forma de cabeza de águila concebida originalmente por Natalio Michelizzi, ubicada sobre la costa. Se tejen innumerables leyendas sobre su origen…, que fue un observatorio para espías nazis, un centro de energía cósmica o un laboratorio alquimista.
Si continuamos hacia el este, llegamos a Piriápolis. Una ciudad con un marcado carácter mediterráneo y rodeada de serranías por las que es posible hacer senderismo. Sus playas se consideran ya atlánticas por su color y salinidad. 25 kilómetros de playa, toda una ciudad para explorar por su belleza, sus secretos alquímicos pensados por su fundador, Francisco Piria, y alternativas de turismo. Entre ambas ciudades, Atlántica y Piriápolis, hay numerosas localidades sin nada que envidiar a estas dos. Bien merece la pena parar en alguna de ellas y conocer a fondo esta parte de la costa.
Punta del Este, la Saint-Tropez de Uruguay
Es una parada completamente obligatoria cuando se viaja a la costa este de Uruguay. Una ciudad turística al cien por cien con sus complejos hoteleros, discotecas, locales de ocio o playas con deportes acuáticos que la han convertido en el balneario por excelencia de América del Sur.
Destacan dos de sus playas por ser tan diferentes entre sí. Hablamos de Playa Brava y Playa Mansa, cuyos nombres no están puestos por casualidad. Al tratarse de una península de un lado el océano es calmo y del otro, es ideal para practicar surf y otros deportes náuticos.
Uno de los símbolos de la ciudad se encuentra precisamente en Playa Brava, una mano de cemento construida en 1982 que emerge de la arena blanca y hará las delicias de los instagramers.
Costa de Rocha, una oda a la naturaleza
Nos esperan 180 kilómetros de playas en la costa Atlántica con sus pequeños y grandes pueblos y mucha oferta turística. Su núcleo urbano más importante es La Paloma, un balneario importante por su casco antiguo y su faro. Un destino más bien familiar, pero con mucha oferta de ocio para todas las edades.
Para los que buscan la verdadera tranquilidad, está Cabo Polonio. Un lugar casi mágico con arena dorada y aguas de un azul muy profundo con la reserva de lobos marinos más importante de América Latina. Podrás acceder a él a caballo o andando; ten en cuenta que su única construcción con algo de altura es el faro. El resto son pequeñas cabañas y algunos locales de ocio, manteniendo la esencia del lugar. Un destino muy alternativo y aunque cerca de Punta del Este, completamente en lado opuesto en cuanto a lujo o ambiente.
Cualquier época del año es buena para viajar a la costa este de Uruguay, dada su temperatura media. Y cualquier forma de hacerlo, ya sea en complejos hoteleros o tipo mochilero, es válido y sin duda será una experiencia en todos los sentidos. ¡Solo te falta buscar tu vuelo!