Hay muchas acciones beneficiosas que puedes hacer mientras estás sentado en tu asiento del avión para manejar la ansiedad que puede generarte el miedo a volar.
Una de ellas es realizar ejercicios de relajación consciente. En otras ocasiones hemos hablado de cómo realizar estos ejercicios usando la propia respiración como guía, en esta ocasión, te enseñaré uno que está centrado en la consciencia muscular del cuerpo.
¡Vamos a ello!
La estrategia que vamos a ver hoy es la relajación progresiva de Jacobson. Una técnica que se concentra en la tensión-relajación de los grupos musculares para calmar el cuerpo.
Para realizarla de manera adecuada durante un vuelo, comienza por sentarte cómodamente en tu asiento. Respira profundamente varias veces para relajar tu cuerpo. Luego, comienza a prestar atención a tu cuerpo, empezando por los pies y subiendo lentamente por el resto del cuerpo. Mientras lo haces, concéntrate en tensar durante cinco segundos cada grupo muscular y, acto seguido, procede a relajar ese mismo conjunto de músculos el doble de tiempo del que estuvieron en tensión, es decir unos diez segundos aproximadamente y siente esa sensación de relajación en tu cuerpo. Fíjate en cómo se siente la relajación justo después de la tensión.
Repite este paso con cada grupo muscular un par de veces y nota como justo después de tensar, la relajación se vuelve más profunda.
Puedes usar estrategias de visualización para ayudarte a relajar los músculos. Por ejemplo, imagina que los músculos de tu cuerpo se están llenando de una luz cálida y relajante, que los está calmando y liberando la tensión que antes hemos generado. También puedes imaginar que el aire que respiras está lleno de calma y que esa calma está llenando tu cuerpo. Siente como esa calma está fluyendo a través de todos tus grupos musculares, relajándolos y liberándolos de la tensión.
Además, puedes hacer estos pasos con cada grupo muscular individualmente o hacerlo con todo tu cuerpo al mismo tiempo. Aunque mi recomendación es que lo hagas con cada grupo muscular de manera individual. Esta opción puede ayudarte a relajar tu cuerpo a un nivel mucho más profundo.
Una vez hayas completado todo el recorrido, tómate un momento para sentir el efecto de la relajación progresiva. Cierra los ojos y respira profundamente. Notarás que tu cuerpo se siente más relajado y que la tensión ha disminuido considerablemente.
Espero que puedas poner en práctica este ejercicio en tu próximo vuelo.
¡Ten muy buen viaje!
David Lanzas
Psicólogo sanitario especializado en ansiedad y trauma
Fundador de Instituto Lanzas | @Psicolanzas
Imagen | undrey