Como sabemos, el miedo a volar es un problema bastante común para muchas personas. Sin embargo, no todos experimentan el mismo nivel de miedo y ansiedad al subir a un avión. ¿Por qué sucede esto? Una de las razones puede estar relacionada con el estilo de apego de la persona.
Como psicólogo, he trabajado con muchas personas que experimentan miedo a volar en avión. Una de las variables que he notado en la consulta que puede influir significativamente en la forma en que una persona experimenta el miedo a volar es el estilo de apego.
¿Qué es el estilo de apego? Es la forma en que interactuamos con nuestras figuras de referencia durante nuestra infancia y cómo esta interacción influye en nuestro estilo de relación con otras personas significativas durante nuestra vida adulta.
Hay cuatro tipos principales de estilos de apego: seguro, ansioso-preocupado, evitativo y desorganizado. Cada estilo de apego tiene sus propias características y puede influir en las diferentes estrategias que ponemos en práctica cuando tenemos miedo a volar. Para hacerlo más fácil, me centraré únicamente en los tres primeros, que es donde más he observado diferencias respecto a la aerofobia.
Para las personas con un estilo de apego seguro, el miedo a volar puede no ser un gran problema. Tienden a confiar en sí mismos y en su capacidad para manejar situaciones nuevas, por lo tanto tienen una mayor probabilidad de enfrentarse al avión confiando en que si en algún momento experimentan ansiedad podrán regularse o pedir ayuda para manejarlo de la mejor manera posible. Sin embargo, aquellos con un estilo de apego ansioso-preocupado pueden sentirse más ansiosos acerca de volar. Esto se debe a que este estilo de apego se caracteriza por la preocupación constante y la necesidad de tener seguridad y apoyo constantes ante la dificultad para interiorizar dicha seguridad. Probablemente les ayude mucho si viajan acompañados y recurrirán a la tripulación de vuelo para comprobar que todo está bien.
Las personas con un estilo de apego evitativo pueden experimentar el miedo a volar de manera diferente. Estas personas tienden a evitar situaciones que les causan ansiedad o estrés y a hacer como si no pasase nada, lo que significa que pueden evitar volar en avión por completo o preferir no tener mucha información sobre cómo va el vuelo para no ponerse más nerviosos. Suele ayudarlos a distraerse y abstraerse para no conectar con que en ese mismo momento están volando.
Independientemente de las estrategias de afrontamiento predominantes en cada tipo de apego, la realidad es que el miedo o la fobia que subyace es el mismo y todos ellos se benefician de acudir a terapia para abordarlo.
¡Feliz vuelo!
David Lanzas
Psicólogo sanitario especializado en ansiedad y trauma
Fundador de Instituto Lanzas | @Psicolanzas
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