Miedos inesperados en la adultez: ¿por qué de repente tienes pánico a volar?

30/11/2024

Viajar en avión es sinónimo de aventura, de conexión y de explorar lugares que nos enriquecen. Pero, ¿qué sucede cuando algo tan emocionante como volar se convierte, de repente, en motivo de ansiedad o temor?

Aunque el miedo a volar suele asociarse a personas que nunca se han sentido cómodas en el aire, hay quienes descubren este miedo de forma inesperada en la adultez, incluso después de años de volar sin problemas. Este fenómeno puede resultar desconcertante, pero tiene explicaciones lógicas y, lo más importante, soluciones prácticas para enfrentarlo y superarlo.

 

¿Por qué puede surgir el miedo a volar en la adultez?

El miedo a volar no surge de la nada. Se desarrolla a partir de una combinación de factores emocionales, psicológicos e incluso físicos, que pueden intensificarse con los cambios propios de la vida adulta. Algunas razones comunes incluyen:

1. Mayor conciencia de los riesgos

A medida que envejecemos, nuestro cerebro procesa los riesgos de forma diferente. Lo que en la juventud parecía emocionante o incluso irrelevante, en la adultez puede verse con más seriedad. Aunque los datos muestran que volar es el medio de transporte más seguro, la percepción del peligro puede aumentar con la edad.

2. Aumento de responsabilidades

Con el tiempo, nuestras prioridades cambian. La llegada de una familia, compromisos laborales importantes o responsabilidades económicas pueden hacer que sintamos una mayor necesidad de controlar las situaciones, especialmente aquellas que implican un supuesto riesgo. Este miedo no es tanto al vuelo en sí, sino a perder el control en un entorno que no podemos manejar directamente.

3. Experiencias negativas previas

Una turbulencia severa, un aterrizaje complicado o simplemente una experiencia incómoda en el pasado pueden dejar una huella en nuestra memoria. Incluso las historias que escuchamos de otras personas o en los medios pueden reforzar la idea de que volar es peligroso, aunque la realidad sea diferente.

4. Estrés acumulado o ansiedad generalizada

La vida adulta trae consigo desafíos que pueden aumentar los niveles de ansiedad: presiones laborales, preocupaciones económicas o situaciones personales difíciles. Este estrés acumulado puede hacer que miedos antes inexistentes emerjan de manera inesperada.

5. Cambios en la salud o el bienestar emocional

El miedo a volar puede estar relacionado con cambios físicos o emocionales que ocurren con la edad. Por ejemplo, desequilibrios hormonales, trastornos del sueño o incluso problemas de salud mental como la ansiedad pueden amplificar este temor.

 

¿Qué hacer si te da miedo volar?

Si te has encontrado evitando los aviones o sintiendo pánico antes de un vuelo, es importante saber que no estás solo y que hay formas efectivas de gestionar este miedo. Aquí tienes algunas recomendaciones que pueden ayudarte:

1. Infórmate y cambia tu percepción

La educación es clave para combatir el miedo a volar. Entender cómo funcionan los aviones, los sistemas de seguridad y los protocolos aéreos puede ayudarte a sentirte más tranquilo. Por ejemplo, los aviones están diseñados para soportar turbulencias, y los pilotos son altamente entrenados para manejar cualquier situación.

2. Planifica tu experiencia de vuelo

Reducir el estrés que rodea al viaje puede marcar una gran diferencia. Llega con tiempo al aeropuerto para evitar prisas, elige un asiento donde te sientas cómodo (las filas cerca de las alas suelen ser más estables) y lleva contigo elementos que te relajen, como auriculares, libros o una playlist calmante.

3. Practica técnicas de relajación

La respiración profunda, la meditación o ejercicios de mindfulness pueden ayudarte a controlar la ansiedad. Practicar estas técnicas antes y durante el vuelo puede disminuir significativamente los síntomas de pánico.

4. Evita estímulos negativos

Evita leer o ver noticias relacionadas con accidentes aéreos antes de viajar. En su lugar, enfócate en historias positivas o distracciones que mantengan tu mente ocupada con pensamientos agradables.

5. Habla sobre tus miedos

Si el miedo a volar te abruma, no dudes en comunicarlo. Muchas aerolíneas, incluido Iberia, están preparadas para atender pasajeros que necesitan un trato especial o más tranquilidad. Nuestro personal está capacitado para brindarte apoyo y asegurarte de que tengas una experiencia lo más placentera posible.

6. Busca apoyo profesional

Si el miedo persiste o se vuelve incapacitante, es recomendable consultar con un terapeuta especializado. Muchas personas han encontrado alivio en terapias como la cognitivo-conductual, que ayuda a cambiar los pensamientos negativos asociados al vuelo, o en programas específicos para superar el miedo a volar.

 

El miedo a volar no tiene que convertirse en un obstáculo para descubrir el mundo. Entender que este temor tiene raíces comprensibles y enfrentarlo con herramientas adecuadas te permitirá recuperar la confianza en los viajes aéreos.

En Iberia, sabemos que volar puede generar dudas o inquietudes. Por eso, trabajamos cada día para ofrecerte una experiencia segura, cómoda y tranquila, donde tú seas nuestra prioridad.

 

Imagen | Chalabala

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