Viajar con medicamentos es algo habitual, pero también puede generar dudas. Ya sea que sigas un tratamiento puntual o convivas con una enfermedad crónica, es importante conocer las recomendaciones y normativas antes de embarcar. Aquí te contamos todo lo esencial para que tu experiencia sea tranquila y sin sobresaltos.
¿Puedo llevar mis medicamentos en el equipaje de mano?
La respuesta es sí, y no solo puedes: te recomendamos encarecidamente que lo hagas. Llevar tu medicación contigo en la cabina te asegura tenerla siempre a mano en caso de retrasos, pérdida del equipaje facturado o cualquier eventualidad durante el vuelo.
Guárdalos en un neceser de fácil acceso y, si es posible, en su envase original y acompañados de la receta médica o un informe que explique el tratamiento. Esto puede ser especialmente útil durante los controles de seguridad del aeropuerto.
¿Qué pasa con los medicamentos líquidos o inyectables?
Si necesitas llevar medicamentos en formato líquido que superen los 100 ml permitidos, o material médico como jeringuillas o agujas (por ejemplo, en casos de diabetes), deberás contar con un certificado médico que justifique su uso. Este documento será requerido en los controles de seguridad para permitirte transportarlos en cabina.
¿Y si necesitan refrigeración?
Muchos medicamentos deben mantenerse fríos, pero es importante saber que a bordo no es posible garantizar la refrigeración. Por eso, si tu tratamiento necesita conservar la cadena de frío, consulta con tu médico alternativas seguras, como bolsas isotérmicas con acumuladores de frío o presentaciones que toleren temperaturas ambiente durante ciertas horas.
Viajar con medicación no tiene por qué ser un obstáculo si te anticipas y vas bien preparado. La clave está en la planificación y en tener toda la documentación médica necesaria a mano. Así, podrás volar con total tranquilidad y centrarte en lo más importante: disfrutar del viaje.
Imagen | Viktoriya Telminova