Cuando pensamos en escaparnos de la rutina, hay un destino que siempre aparece en el mapa de los sueños: México. Su riqueza cultural, su gastronomía y, sobre todo, sus playas hacen de este país un refugio perfecto para quienes buscan descanso y belleza natural. Desde las aguas cálidas del Caribe hasta las costas salvajes del Pacífico, México ofrece un sinfín de rincones donde el tiempo se detiene y el mar invita a desconectar.
En este artículo te llevamos por algunas de las playas más paradisíacas del país: escenarios de postal donde puedes cerrar los ojos, respirar hondo y sentir que, por fin, has llegado al lugar indicado.
Playa Norte, Isla Mujeres (Quintana Roo)
A tan solo 20 minutos en ferry desde Cancún, esta isla tranquila guarda una de las joyas del Caribe mexicano: Playa Norte. Con sus aguas color esmeralda, arena blanca y un oleaje prácticamente inexistente, es ideal para nadar, leer bajo una palmera o simplemente dejar que el sol haga lo suyo.
Además puedes alquilar una bicicleta para recorrer la isla, bucear en el Museo Subacuático de Arte (MUSA) o disfrutar de un atardecer en la arena con un margarita en mano.
Playa Balandra, La Paz (Baja California Sur)
Una de las postales más famosas del norte del país. Balandra no es una playa, es una laguna de aguas cristalinas rodeada de formaciones rocosas desérticas, como el icónico “hongo de piedra”. La marea es tan baja que puedes caminar de una orilla a otra con el agua apenas por las rodillas.
Es ideal para quienes buscan naturaleza virgen, tranquilidad absoluta y paisajes que parecen de otro planeta.
Al ser una reserva natural que el acceso está regulado por horarios, te recomendamos ir temprano para asegurarte tu lugar y llevar lo que necesites (no hay restaurantes ni tiendas en la playa).
Holbox (Quintana Roo)
Esta isla sin coches ni prisas se ha convertido en el paraíso bohemio por excelencia. Holbox mezcla aguas poco profundas, bancos de arena infinitos y una atmósfera relajada donde el tiempo parece haberse detenido.
Lo mejor es que en verano puedes nadar con tiburones ballena, y durante ciertas noches, presenciar el fenómeno de bioluminiscencia en sus aguas.
Mazunte, Oaxaca
Para quienes buscan un lugar con alma, Mazunte es un refugio perfecto en la costa del Pacífico. Antiguo pueblo tortuguero, hoy es un lugar con ambiente alternativo, playas salvajes y atardeceres inolvidables.
Playa Mermejita y Playa San Agustinillo están muy cerca y son ideales para caminar, tomar clases de yoga frente al mar o simplemente ver cómo rompen las olas.
Xpu-Há, Riviera Maya (Quintana Roo)
Entre Tulum y Playa del Carmen, esta playa aún mantiene ese aire de secreto bien guardado. Menos concurrida que sus vecinas, Xpu-Há ofrece arenas finas, mar azul intenso y chiringuitos donde tomar un ceviche recién preparado sin renunciar a la calma.
Es ideal para viajeros que quieren estar cerca de todo, pero lejos del ruido.
Algunos planes cercanos que puedes combinar tu visita con una excursión a un cenote cercano como Cenote Azul, o explorar las ruinas de Tulum.
Costa Esmeralda (Veracruz)
Menos conocida internacionalmente, pero igual de encantadora. Esta costa frente al Golfo de México combina playas extensas, vegetación exuberante y pequeños pueblos con esencia local.
Destaca por su ambiente familiar, precios accesibles y una autenticidad que muchos viajeros agradecen. Ideal para quienes quieren desconectar del turismo de masas.
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