Amor por los dólares

02/02/2011

Da bastante palo escribir sobre Nueva York. Porque esta ciudad es inabarcable, poliédrica, multiforme, mundial y sería iluso pensar que este post le arreglaría el viaje. De todas formas, hay que intentarlo. Uf, allá vamos.

Nueva York, también llamada la ciudad que nunca duerme o Gotham, es el todo y la nada (vaya, toma topicazo): es un ejecutivo que se ha quitado los zapatos y van andando en chanclas por la calle, es una pandilla de chicos jugando al baloncesto que te invita a unirte al juego, es una señorona saliendo de Tiffany’s que te mata con la mirada, es un inmigrante chino que vive en un zulo, es un turista que le da tantas veces a la cámara que en realidad no ve la ciudad (para qué, ya la verá en fotos cuando llegue a casa)…

La zona de más interés es Manhattan. Pasee por Wall Street teniendo cuidado con los brokers, que corren estresados como toros de Miura. La Estatua de la Libertad, símbolo de la urbe y regalo del pueblo francés, brilla solita y se accede a ella mediante un ferry. ¿Cómo es de grande? Casi 100 metros contando el pedestal. Solo el dedo índice es mayor que una persona. En Greenwich Village se respira el ambiente bohemio y de artistas. En el Madison Square Garden, el complejo deportivo y de espectáculos, siempre hay gritos. La Zona Cero, donde se erigían las Torres Gemelas, da escalofríos.

Luces que te dejan ciego, vídeos con colores chillones, anuncios enormes… Times Square es exceso e invitación al consumismo. Bienvenido a América, dude. La Quinta Avenida acoge tanta gente en sus hoteles, tiendas y museos que uno se tiene que frotar los ojos. No olvide las vistas desde la planta 80 del Empire State Building, las agujas de la catedral de Saint Patrick, el siempre atrevido MOMA, el Rockefeller Center con su pista de hielo en invierno… Reserve un día entero para descubrir cada detalle, cada fuente y cada árbol del alucinante Central Park. Lo mejor es alquilar bicicletas que te ofrecen a la entrada del parque. Regatee, porque conseguirá rebajar mucho el precio.

Negros, judíos ortodoxos, árabes, descendientes de italianos y familias blancas acomodadas se mezclan en el barrio de Brooklyn, con su famoso puente, donde se encuentra el acuario, el zoo y el friki parque de atracciones de Coney Island, hoy un tanto de capa caída pero con una fauna urbana que daría para una serie de televisión (¿a nadie se le ha ocurrido?). Siempre se dice que el Bronx es peligroso, pero en realidad tan solo lo es la parte sur, donde la policía no entra. El mejor jardín botánico de la ciudad y el Yankees Stadium, el estadio del principal equipo de beisbol, están aquí.

No olvide atiborrarse de pasta y pizza en Little Italy, donde los camareros te llaman a gritos para que entres en su restaurnte, y comprar imitaciones conseguidas de primeras marcas en China Town. Puede que le parezca lo más acudir a una sesión de misa con gospel en Harlem un domingo por la mañana. Hágalo. Cante como si Dios le llenara el alma. Cante como si nadie estuviera mirando (cada cual va a su bola, de hecho).

¿Y ese olor a carne en mitad de la calle? ¡Los famosos puestos de hot dogs! No se puede ir de Nueva York sin probar al menos uno, aunque sea vegetariano (un día es un día). Y callejeando por todos los barrios podrá comprar ese disco de vinilo que nunca encuentra, los cómics que leían los niños americanos en los 60, aquel libro raro que nunca nadie creyó que existiera… Todo. Con dinero se puede comprar todo. Nueva York ama los dólares.

Datos útiles:

  • La ciudad de Nueva York tiene más de 8 millones de habitantes. El medio de transporte más utilizado es el metro.
  • Los inviernos son fríos y puede llegar a nevar bastante. Los veranos son calurosos y húmedos.
  • Como siempre cuando se viaja a Estados Unidos, previamente hay que rellenar un cuestionario vía online para acceder sin problemas como turista al país: https://esta.cbp.dhs.gov.
  • Las propinas son voluntarias, pero es costumbre dejar entre un 15 y un 20% de la consumición.
  • La moneda es el dólar.
  • Iberia ofrece hasta  2 vuelos directos diarios a Nueva York desde Madrid, y un vuelo diario directo desde Barcelona operado por American Airlines. Para conseguir los vuelos más baratos, entre en www.iberia.com, y marque la opción “soy flexible en fechas».

Foto | fspugna