De ruta por los aquelarres

11/05/2011

Estos bosques verdes tienen un halo de misterio. Y no sólo por el crujir de las hojas y los ruidos de los animales. Al norte de Navarra se halla la comarca de Xareta, y en ella está Zugarramurdi. Aquí se  produjeron hace 400 años aquelarres y autos de fe contra lo que se llamaron brujas. Este pueblo hace gala de ese pasado de leyenda, donde fantasía y realidad se mezclan para contar una época de la Historia. El pueblo acoge un museo donde se relatan episodios y cuevas donde tenían lugar los aquelarres. La ruta continúa por lugares cercanos con cuatro itinerarios oficiales. El 7 de noviembre de 2010 se cumplieron los 400 años del auto de fe que se celebró en Zugarramurdi y en el que se arrestaron a 21 personas y 11 fueron condenadas a la hoguera.

¿Y cómo se llegó hasta esa situación? El aislamiento del norte de Navarra favoreció la conservación de teorías de adoración al diablo y remedios naturales hasta el siglo XVII. El origen del episodio hay que situarlo en el relato de una joven que aseguró haber visto volar y participar en aquelarres a varias personas del pueblo. Primero intervino el párroco y luego hasta la Inquisición. Resultado: fueron encausadas 53 personas de la comarca, 21 arrestadas y 11 condenadas a la hoguera. En todo el asunto resalta un nombre de mujer: el de María Ximilegui, que al principio participó en los aquelarres y luego se arrepintió y fue señalando con el dedo a las personas del pueblo implicadas en los encuentros clandestinos y nocturnos. Por la dimensión social que tuvo a nivel europeo aquel auto de fe, Zugarramudi se ha ganado el apelativo de pueblo de las brujas.

El museo comienza con un vídeo sobre la caza de esas personas y luego se sumerge en el personaje de Ximilegui. El recorrido continúa por mitos y la figura de la herbolera, que usaba el poder de la naturaleza para curar enfermedades. El centro quiere ir más allá de la imagen folclórica y oscura para intentar comprender la época y dar testimonio de la atrocidad cometida. Con los datos ya leídos, lo mejor es acercarse a la cueva de Zugarramurdi que acogía aquellos rituales. Esas fiestas se reviven cada año en la noche de San Juan y el 18 de agosto, cuando se celebra el zikiro-jate, un encuentro popular donde se come cordero asado a la estaca.

Si la naturaleza le ha dejado prendado, sepa que existen senderos que le llevarán por otras cuevas: las de Urdazubi/Urdax y las de Sara, ya en Aquitania (Francia). Puede dejar volar su imaginación, pero que no se le vaya de las manos. Preocúpese si ve a señoras con verrugas volando en escobas.

Zugarramurdi puede visitarse volando hasta Navarra. Iberia ofrece vuelos a Pamplona desde Madrid.

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