Tiene su luz, su Guadalquivir, monumentos asombrosos, su feria de abril, pero también un festival de cine que se ha convertido en el evento cultural más multitudinario de la ciudad. Sevilla se vestirá de gala del 4 al 11 de noviembre para acoger su festival de cine europeo, que este año tiene como invitada la cinematografía rusa y mostrará los trabajos de la nueva generación de directores de ese país además de rendir tributo a sus clásicos. El cartel de esta edición ha sido diseñado por el cineasta Fernando Colomo, que ha querido retratar la luz y sensualidad de la capital andaluza. Colomo se suma así a la lista de directores de cine que han firmado el cartel del festival en ediciones anteriores, entre los que figuran los españoles Bigas Luna y Carlos Saura y el británico Peter Greenaway.
En el Festival de Cine de Sevilla también tendrán cabida The artist, largometraje mudo del francés Michel Hazanavicius, que impactó a la crítica en Cannes, y The Turin Horse, el último filme del húngaro Béla Tarr. Las españolas Las olas, de Alberto Morais, Los muertos no se tocan, nene, de José Luis García Sánchez; y Mercado de futuros, de Mercedes Álvarez, también competirán por el Giraldillo de Oro, el máximo galardón del festival. La producción española en el Festival de Cine Europeo de Sevilla se completa con una amplia selección de documentales que compiten en la sección Eurodoc y una amplia muestra de la producción andaluza en cortos, documentales, animación y ficción. Los niños y jóvenes podrán disfrutar tanto como los adultos, ya que tendrán su sección propia. De hecho, la actriz Mila Jovovich abrirá el espacio Europa Junior con su nueva película, Lucky Trouble.
El Festival de Sevilla es el único certamen cinematográfico español que ha entrado a formar parte del programa EYE On Films/MEDIA Mundus para la promoción de óperas primas tanto europeas como de terceros países a través de su presentación en un grupo de festivales. Con esta iniciativa, se asocia a los festivales de cine de ciudades como Río de Janeiro, Montreal, Edimburgo, Tallin o Seattle. Así que en estos días en que veremos las obras de cineastas noveles, podemos redescubrir una cara de Sevilla menos conocida, la invernal y la que se refugia en tabernas con tapas y vinos. Ahora solo queda esperar quién se lleva el Giraldillo de Oro.
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