“¡Ya huele a feria, ya huele a feriaaaaa!”. Este lacónico soniquete, acompañado de un sonoro palmeo, se empieza a escuchar en Sevilla desde que termina la Semana Santa. Después del recogimiento de las procesiones, llega la explosión de felicidad. Farolillos en el techo, lunares en cualquier lugar, volantes que se mueven con el viento… La Feria de Abril es la fiesta de la alegría. Empieza esta noche, jornada que se llama lunes de pescaíto, y termina el domingo. Una semana donde sevillanos y foráneos cantan, bailan, comparten sentimientos y se dejan llevar.
La luz es protagonista. Más de 300.000 bombillas relucirán desde las 12 de esta noche en el real, situado en el barrio de Los Remedios, muy cerca del casco histórico cruzando el Guadalquivir. Ya sea a pie o en transporte público, no habrá problemas para llegar, ya que los autobuses, el tranvía y el metro refuerzan sus servicios. Aparcamientos, cámaras de vigilancia y hasta una caseta para niños perdidos, donde los padres pueden recoger pulseras y escribir sus datos de contacto en el momento que pisen el real. Todo sea por la seguridad y el buen ambiente.
La portada de este año está inspirada en la famosa y rojiza fachada de la Iglesia del Salvador. Una vez que usted pase por debajo de ella, comienza el jaleo. Justo a su lado se encuentra el punto de información, donde podrá tomar un plano del real, dividido en calles con números. No se olvide de preguntar aquí por las visitas guiadas gratuitas que el Ayuntamiento ofrece por primera vez. En ellas se hará un recorrido por la feria y se explicará sus características, notas históricas y curiosidades. Por otra parte, el Consistorio también ha creado la aplicación Feria de Abril para smartphones, que permitirá conocer la ubicación de los diferentes servicios y las actividades que se desarrollen en el real. Y vayamos a las casetas. Existe una idea generalizada de que una caseta es un bar y no es así. Es más un lugar privado que una familia o institución de Sevilla instala en la feria. Si tiene amigos de la ciudad, le invitarán a su caseta. Si no es el caso, no hay que preocuparse porque las casetas de las casas regionales, los sindicatos, los partidos políticos y los distritos sevillanos son de acceso público. Con ayuda del mapa, entre en una y otra y pruebe raciones de pescaíto frito, jamón, paella, flamenquines… Y entre bocado y bocado, fino, manzanilla o rebujito (mezcla de manzanilla con gaseosa). Las cervezas no es que estén prohibidas, pero en la feria no pegan tanto.
Las sevillanas, obviamente, son la banda sonora. Las hay más lentas, para escuchar o bailar con elegancia, y más rápidas, para sentir el nervio. Puede que si algún sevillano le ve sentado o sentada, le invite a bailar. Si no sabe los pasos, no se preocupe porque le enseñará. Igual hasta hace amigos y le invita a su caseta. Los coloridos trajes, que cada año cambian de forma y color según la moda, y los coches de caballo terminan de completar la estampa típica. Los niños tampoco se aburrirán. La calle del infierno o los cacharritos es la zona más divertida para ellos y está formada por 300.000 metros cuadrados de tómbolas, juegos y atracciones como la montaña rusa. A usted le agradará que los pequeños se lo pasen bien, pero la verdad es que estará deseando volver a una caseta para charlar, beber vino y taconear con unas buenas sevillanas.
Datos útiles:
- Sevilla tiene cerca de 700.000 habitantes y es la cuarta ciudad española.
- Los inviernos son como los de ciudades mediterráneas, menos fríos que en la meseta, y los veranos extremadamente calurosos.
- Iberia ofrece hasta 5 vuelos a Sevilla desde Madrid cada día. Los mejores precios siempre en www.iberia.com.
Foto | Turismo de Sevilla