Volcanes y tierra negra en Lanzarote

13/10/2012

Los médicos deberían recetarla. Nada de pastillas. Un viaje a la isla de Lanzarote elimina males enquistados y tonterías de la cabeza. Entre otras cosas, porque uno se encuentra con un paisaje de contrastes y donde se ha preservado la naturaleza en estado virgen. Eso le conecta a uno con las fuerzas telúricas. De hecho, puede que al principio se sienta incómodo con tanta soledad y tanta extensión de espacios abiertos donde el mar y la tierra se funden. Usted dedíquese a la contemplación. Aquí les proponemos tres paradas de una ruta por la isla. ¿Recomienda alguna más?

Parque Nacional de Timanfaya. Son 200 kilómetros cuadrados de terrenos rojos, negros y ocres. Los casi 30 conos volcánicos y sus cráteres y grietas confieren a este paisaje un halo de magia especial. Todo esto se formó en el siglo XVIII por una impresionante erupción que convirtió a la isla en una llama gigante. La montaña de Timanfaya es la más alta y desde allí se observa a la perfección lo extraño de esta tierra que parece de otro planeta. Se ha de visitar los volcanes de Tremesana y del Corazoncillo y el Mirador de Montaña Rajada, a 350 metros de altura. El calor emerge de la tierra en el Islote de Hilario, con 600 grados a poco más de diez metros de profundidad. Es un espectáculo contemplar los géiseres y todo un placer comer en el restaurante El Diablo, creación del artista César Manrique. Usted elige el medio de transporte para caminar por esta tierra seca y viva: camello, guagua (autobús) o a pie.

Fundación César Manrique. El artista que creyó en la naturaleza de su Lanzarote natal es uno de los emblemas de la isla. Una visita a su fundación, ubicada en Tahiche, nos lleva a comprender más su figura, ya que recoge parte de su obra (pintura e intervenciones en el medio) y una colección de arte contemporáneo que pertenecía al autor, con obras de Picasso, Miró o Chillida. El Mirador del Río, al norte de Lanzarote, es una de las obras señeras de Manrique. Sensación de libertad como en pocos lugares.

Jameos del agua. La primera atracción arquitectónica diseñada por César Manrique, donde el creador intervino lo mínimo para que la naturaleza se mostrara tal cual. Está compuesta por un sistema de cuevas y túneles producidos por la erupción del Volcán de la Corona. El agua y las rocas impresionan con su fuerza. Los claroscuros y las formas fantasmagóricas de la piedra sobrecogen. Al final del Jameo Grande, en la Cueva de los Verdes, se abre una sala de conciertos con una acústica increíble. Cuidado con los cangrejos ciegos, una especie única y endémica, muy sensibles a la luz y el ruido. La naturaleza necesita que ponga de su parte.

Datos útiles:

  • Lanzarote tiene 140. 000 habitantes.
  • El clima es subtropical seco y se caracteriza por la escasez de precipitaciones. El océano Atlántico ayuda a equilibrar las temperaturas: la media del mes más frío (enero) es 17 grados y la del mes más cálido (agosto), 24.
  • El Grupo Iberia, a través de Iberia Express, ofrece un vuelos a Lanzarote. Además, la aerolínea española dispone de cómodas conexiones para viajar desde cualquier otro aeropuerto de la red de Iberia.

Foto | nadia bongiovanni }