Brasil en una isla grande

05/11/2012

El paraíso natural está a 150 kilómetros de la samba y el frenesí urbano de Río de Janeiro. Allí se encuentra Angra dos Reis o ensenada de los reyes, un lugar donde emergen 365 islas, una para cada día del año. Desde esta ciudad parten barcos en dirección a la ínsula de mayor tamaño, que se llama Ilha Grande, donde no existen carreteras asfaltadas y no se pueden conducir vehículos de motor. Le gustará si le apasiona el contacto con la naturaleza. Si es así, disfrutará con las caminatas por el monte, los paseos en barco, la vida simple y espartana de los pueblecitos… La localidad principal de Ilha Grande es Vila do Abraao, con algunas posadas y tiendas para llenar el estómago y comprar justo lo necesario. Cerca se encuentra el Pico do Papagaio, con una altura de 982 metros, desde cuya cima se divisan unas extraordinarias vistas de la isla. Un momento único.

La bahía de Bananal, a 15 kilómetros de Abraao, se despierta hermosa y es un sitio perfecto para hacer senderismo. Camine y no piense en nada, sólo en el camino. Suba al mirador y disfrute al máximo de los pueblecitos que van surgiendo. Son un placer para los sentidos los paisajes (verde, azul, verde, azul) de Ensenada de las Estrellas, Feiticeira, Freguesía de Santana y Saco do Céu. El atardecer es para contemplarlo en Aventureiro, donde está la famosa estampa de la palmera inclinada en forma de L. No obstante, hay ocasos de cine a lo largo de toda la costa de Ilha Grande, como por ejemplo Pedra da Sundara, con un fantástico mirador sobre la bahía.

Las playas vírgenes, con palmeras al borde del mar y arena dorada surgen por doquier. Una de las más aclamadas es Praia dos Rios, llena de manglares y donde hasta 1994 hubo una prisión. Se sentirá dios. La Praia de Lopes Mendes también tiene muchos fans, pero tiene fuertes corrientes y es más apropiada para practicar surf. Hay más arenales increíbles (Aroeira, Mangues, Pouso, Parnaioca, Cachadaço…), así que elija el que quiera porque no le defraudarán. Algunas de ellas tienen fondos marinos de interés, así que no olvide las gafas de buceo. En Açaiá hay una gruta por debajo del nivel del mar a la que se accede bajando por un hueco en las rocas. No apto para claustrofóbicos. Abajo espera un curioso fenómeno: agua verde-turquesa-fosforescente. Imprescindible llevarse una linterna para aplacar un poco los nervios. Y nada más: baños, caminatas y sol. Buen viaje.

Datos de interés:

  • Angra dos Reis, desde donde parten los barcos a Ilha Grande, se encuentra a 150 kilómetros de Río de Janeiro.
  • La isla tiene una superficie de 193 kilómetros cuadrados.
  • Su clima es tropical, caluroso y húmedo.
  • Iberia ofrece 1 vuelo a Río de Janeiro cada día directo desde Madrid (salvo los lunes), desde donde además conecta con otras ciudades del país.

Foto | Anderson Mancini

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