Brasil es una bomba de relojería gastronómicamente hablando. La mezcla y fusión de elementos tan diferentes como perfectos, la convirtieron ya hace años en Capital del Mundo de la Gastronomía (1997). Actualmente sigue fascinando y sorprendiendo a brasileños y foráneos… a todos por igual. Y si tuviéramos que escoger a una de sus ciudades como representante de esta idílica comida, la elección no es difícil: Sao Paulo se lleva el título sin apenas pestañear. Es la reina de la comida callejera, con puestos y opciones de cocina no solo brasileña, sino de todas partes del mundo. De hecho dicen que el plato que mejor representa a los paulistas es la pizza 🙂
En la comida brasileña conviven armoniosamente elementos africanos, -introducidos por los esclavos negros en el siglo XVI, quienes llegaron a Brasil para cultivar la caña de azúcar y explotar las minas-, e indígenas -los más puros y genuinos-, con toques cosmopolitas y esencias de la cocina portuguesa. Viendo esta combinación se entiende lo de bomba de relojería, ¿acaso no? De una mezcla así solo puede resultar algo bien versátil, colorido y sabroso.
Si te llegas a dar una vuelta por la ciudad no dudes en visitar uno de estos restaurantes. Ninguno te dejará indiferente:
- Restaurante D.O.M. Dirigido por la eminencia Alex Atala, según The World’s 50 Best Restaurants, es el cuarto mejor cocinero del mundo.
- Restaurante Maní. Aquí lleva la batuta Helena Rizzo, con el acompañamiento de Daniel Redondo (formado con los hermanos Roca en Girona).
- Rodizio A Figueira Rubaiyat. Su feijoada es de diez.
- Restaurante Fasano. Para los amantes de la comida italiana. Restaurante familiar muy lujoso.
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