Las calles huelen a especias orientales y torreznos. Lavapiés es así de integrador. Este barrio del centro de Madrid estuvo durante muchos años alejado del circuito cultural y turístico de la capital de España. Habitado por una población envejecida, languidecía mientras sus fachadas se llenaban de desconchones. Luego llegaron los inmigrantes. Después, los hippies. Y ahora, los modernos. Lavapiés vive una nueva juventud gracias a su mezcla, donde conviven más de 80 nacionalidades, ancianos castizos y rompedoras propuestas. Lo mejor es comenzar por la parte alta, donde se encuentra el Cine Doré, donde se pueden ver las películas pertenecientes a los fondos de la Filmoteca Nacional. Podemos tomarnos el desayuno en el Café Barbieri (Calle Ave María, 45), con su interior decimonónico, o en las numerosas cafeterías-librerías que han surgido en los últimos años, como La Marabunta (Calle Torrecilla del Leal, 32).
Caminamos por callejones y cuestas endiabladas mientras nos encontramos con joyas arquitectónicas como las iglesias de San Lorenzo y San Cayetano y el monasterio de Santa Isabel. El ambiente popular lo encontramos en lugares como el Mercado de San Fernando, con sus puestos de fruta y verdura pero también nuevos negocios como La Casquería, donde comprar libros al peso. Justo al lado se encuentra la Plaza de Agustín Lara y las Escuelas Pías, un potente edificio de ladrillo que hoy alberga la biblioteca de la UNED y cuyo interior no puede ser más maravilloso. Nos sorprenderemos con una corrala (un tipo de edificación popular en Madrid durante los siglos XVII y XVIII) bien conservada en la calle Mesón de Paredes. Justo enfrente, y por la calle Tribulete, accedemos al Gaudeamus Café, que se encuentra en la última planta. Merece la pena un refresco mientras contemplamos los tejados de Lavapiés. A dos pasos se encuentra el tranquilo parque del Casino de la Reina.
Si apetece un poco de shopping diferente, está en el lugar adecuado. Hay muchísimas propuestas, pero destacaremos dos: cómics en El Coleccionista (Calle Tribulete, 7) y ropa vintage en Pepita is Dead (Calle Doctor Fourquet, 16). El arte, desde el más rompedor hasta el más bienpensante, corre por las venas del barrio, así que tendrá que tomarle el pulso en el Museo Reina Sofía, La Casa Encendida y las galerías Off Limits (Calle Escuadra, 11) y Helga de Alvear (Calle Doctor Fourquet, 12). Además de los muchísimos restaurantes hindúes, los lugares de tapeo rico abundan. Algunos imprescindibles son Melo’s (Calle Ave María, 44), Achuri (Calle Argumosa, 21), Automático (Calle Argumosa, 17), El Sur (Calle Torrecilla del Leal, 12), Casa de Asturias (Calle Argumosa, 4) y Los Chuchis (Calle Amparo, 82). Por la tarde, puede que se encuentre algún evento callejero (ya son míticos el festival de Bollywood y el nuevo año chino) y gente haciendo cola en el Teatro Valle Inclán, del Centro Dramático Nacional, o la underground Sala Triángulo (Calle Zurita, 20). La noche de Lavapiés no puede ser más movida, con conciertos en El Juglar y La Escalera de Jacob, ambos en la calle Lavapiés. Hay garitos de ambiente, de corte rockero y donde se escucha reggae. Sea cual sea la opción, todos los caminos conducen al final de la noche al Candela (Calle del Olmo, 2), donde todas las razas bailan al compás de los quejíos flamencos.
Datos útiles:
- Madrid tiene 3.256.000 habitantes y cinco con su área metropolitana.
- El medio de transporte más cómodo y rápido es el metro.
- Las estaciones son muy extremas: los inviernos son muy fríos y los veranos, muy calurosos.
- Iberia ofrece vuelos a Madrid. Los mejores precios siempre en www.iberia.com
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