¿Oviedo? ¿Gijón? Cuando se trata de elegir que ciudad asturiana visitar, así y en frío, el dilema parte el corazón. Sin embargo, si lo que nos motiva es descubrir una urbe creativa llena de frescura y con espíritu joven, apuesto que nuestros pasos nos conducirán desde el aeropuerto hacia la conocida como capital de la Costa Verde, o como Xixón, su otro topónimo oficial.
Sus gentes lo tienen claro y su marketing como ciudad lo grita a los cuatro vientos. Por eso nació Gijón Creativo, caldo de cultivo que concentra en un distrito urbano iniciativas de carácter innovador y que mezcla galerías, librerías, empresas de diseño gráfico, estudios de arquitectos, tiendas de moda y un sinfín de propuestas de emprendedores que apuestan por el desarrollo inventivo de la ciudad. ¿Dónde dirigirnos para encontrarlo? Si tenemos enfrente la playa de San Lorenzo y a nuestra izquierda el histórico barrio de Cimadevilla, estamos en el lugar adecuado.
¿Que necesitamos más motivos para despegar rumbo al norte? Estos son algunos de los eventos en ciernes que darán mucha vida a una ciudad en la que es imposible aburrirse:
Primera fecha: el 27 de septiembre. Y primer nombre: la Noche Blanca. La velada en la que catorce museos y galerías de Gijón unen su energía artística para mostrar su arte a todo el que quiere disfrutarlo. Se trata de una actividad aun joven, ¡así que mejor no esperar a que nos lo cuenten!
¿Que en septiembre tenemos la agenda a tope? ¡No es excusa! Porque en octubre se cumplirán los trece años de vida de Danza Xixón, un encuentro anual de danza contemporánea que ofrece interesantes producciones para todas las edades en distintos espacios de la ciudad.
Y noviembre será sinónimo de su Festival Internacional de Cine, nueve días en los que ver desfilar a algunos de los más prestigiosos profesionales del cine independiente a nivel mundial. Y si no, que se lo digan a Abbas Kiarostami, Aki Kaurismäki, Todd Haynes, Paul Schrader, Emir Kusturica, Todd Solondz, Víctor Erice, Julio Medem… y suma y sigue.
Para despedirnos de Gijón con un buen sabor de boca, quedémonos con un lugar que visitar, un plato que degustar y una copa que sostener.
Un lugar que visitar. A tres kilómetros del centro se halla una auténtica mina de oro cultural. De los diferentes espacios de la ciudad en los que uno puede respirar creatividad, el que tiene muchos puntos de dejarnos con la boca abierta y sin aliento es Laboral Ciudad de la Cultura. Como su nombre indica, es una original matrioska que combina a la perfección arte y diseño, integrando diversos espacios culturales bajo una misma piel (el edificio en si, inmenso, es una auténtica joya), entre otros un teatro o un Centro de Arte y Creación Industrial. Los más entusiastas deberían conocer este último, donde una comunidad de más de 4.000 personas estudian, investigan, crean y se comunican a diario. Si lo visitamos en miércoles, tendremos premio porque entraremos gratis. Además, no nos iremos sin asomar la cabeza a la tienda de La Laboral, de decoración cuidada y contemporánea, con un mobiliario de formas redondeadas y vanguardistas.
Un plato que degustar. En el restaurante LaSalgar disfrutaremos de un menú «Gijón gourmet» de la mano del increíble hombre Michelín Nacho Manzano. Arte en la comida, sofisticación y texturas sin que nuestro bolsillo sufra.
Una copa que sostener. Con las fuerzas que nos resten, nos acercaremos al bar de copas Toma3, de lo más estiloso y con consumiciones a precios populares.
Pues bien. Parece que hemos conseguido hablar de Gijón sin nombrar ni una vez la sidra ni la fabada, ¡con lo difícil que es resistirse a ambos encantos! Aunque para ello basta con buscar el lado más creativo del norte. ¿Nos animamos?