Al sur de Perú existe una ciudad que bien podría ser andaluza. Se llama Arequipa y mantiene una rivalidad encarnizada con Lima. La capital peruana es el estrés, las prisas, el clima húmedo. Arequipa es lo contrario: paz, clima soleado con más de 300 días de luz al año, un paisaje serrano y un centro levantado con sillares de piedra tan impolutos que le dan el sobrenombre de ‘ciudad blanca’. Y por si fuera poco, ahí están los tres volcanes siempre nevados que custodian la ciudad: Chachani, Pichu Pichu y Misti. El silencio invade el barrio de San Lázaro, epicentro de Arequipa, donde disfrutaremos con sus callejuelas, pasajes, plazas y casonas. El momento foto puede llegar en cualquier momento, pero es inevitable en el puente junto a la Iglesia de San Lázaro. La Plaza de Armas aparece, de repente, majestuosa con su catedral del siglo XVI cuya fachada fue gravemente afectada por el terremoto de 2001 (hoy ya está reconstruida en su totalidad).
Entre palacetes se nos va el día. Algunos de los más famosos son la Casa de Tristán del Pozo, la Goyeneche y la del Moral. El Mercado de San Camilo merece una visita. Allí podemos acudir para tomar un batido, un zumo o para comprar cualquier cachivache. Sigamos perdiéndonos por Arequipa para encontrarnos de pronto con edificios como el Palacio de Justicia o las iglesias de Compañía y de Santa Teresa. Y de religión continúa la cosa. El Convento de Santa Catalina no es un convento cualquiera. Qué va. Es una ciudad dentro de la ciudad. En este recinto podemos estar un par de horas y no nos cansaremos de pasear por sus plazas con fuentes, sus callejuelas con luces y sombras, sus arcos, sus paredes rojas, sus rincones donde cantan los pájaros… Muchas de sus calles tienen nombres de ciudades andaluzas y es verdad que uno parece estar en Sevilla, Córdoba o Granada. Al finalizar la ruta, podemos comprarles a las monjitas productos tan raros como el jabón de perejil, según dicen, ideal para las pieles grasas. Luego habrá que probar la gastronomía de la urbe, como el rocoto relleno (fruto picante del tamaño de una manzana relleno de carne, queso y especias) o la ocopa (patatas con salsa a base de especias, cacahuete, cebolla y demás frutos).
Arequipa es también naturaleza. No perdamos la oportunidad de visitar el Cañón de Colca, en la parte occidental de Los Andes, y practicar rafting en el río del mismo nombre. Desde el Mirador de la Cruz del Cóndor, a más de 3000 metros de altitud, nos sentiremos un pájaro mientras los de verdad vuelan por encima de nuestras cabezas. Y si la caminata nos cansa, no hay que preocuparse. En mitad de un paisaje de ensueño aparecen los baños termales de Yura, a sólo 27 kilómetros de Arequipa. Agua calentita y relax.
Datos útiles:
- Arequipa tiene un millón de habitantes y es la segunda ciudad de Perú tras Lima.
- El clima es seco en invierno pero no excesivamente cálido en verano. La llaman la ciudad del eterno cielo azul.
- La moneda es el Nuevo Sol.
- Iberia ofrece vuelos a Lima. Los mejores precios siempre en www.iberia.com.
Foto | vrebolledo