7 pueblos de Cádiz para no veraneantes

31/10/2013

Panorámicas y Calles de Vejer de la Frontera (Cádiz). Su paisaje verde, exultante y frondoso alucina. A tiro de piedra del aeropuerto de Jerez y a la sombra del Parque Natural de los Alcornocales, se apiña un conjunto de pueblos típicos a los que el veraneante apasionado por las playas de Cádiz no llega. Combinan historia, arte, buen comer y senderismo en una zona sin desmanes urbanísticos y por donde han dejado huella los hombres prehistóricos, fenicios, cartagineses, romanos, visigodos, árabes… Es todo cal y monte.

1. Vejer de la Frontera. Puede que sea el más conocido por su cercanía a la costa y a lugares como El Palmar y Los Caños de Meca. El visitante encontrará embrujo árabe en uno de los pueblos mejor conservados de la provincia, donde perderse por las callejuelas blanquísimas de su casco antiguo, visitar los Molinos de San Miguel, maravillarse con el arte contemporáneo de la Fundación NMAC y caminar o pasear en caballo por los entornos rurales del Monte de Meca, con su torre vigía, San Ambrosio, con su ermita visigoda, y Santa Lucía.

2. Benalup-Casas Viejas. Tristemente famosa por los sucesos anarquistas y la muerte del campesino Seisdedos durante la II República, ofrece un entorno natural incomparable: el Tajo de las Figuras, con pinturas del Neolítico, además del Tajo de la Sima, la Torre de la Morita y el Embalse del Celemín. Y por si fuera poco Benalup acoge un hotel-boutique, el Utopía, cuyo interiorismo revive aquella época de la República.

3. Medina Sidonia. Es la orgullosa ciudad del Ducado, con restos romanos de la antigua Asido Caesarina (cloacas, casas, castillo, calzada romana), árabes y medievales. Suba y baje por sus callejuelas y pruebe sus conocidos alfajores, dulces que hunden sus raíces en la época andalusí y nada tienen que ver con los de Argentina. Imprescindible pasear por los canutos del Parque Natural de los Alcornocales, unos valles fluviales con especies vegetales del período terciario.

4. Alcalá de los Gazules. Pueblo con encanto y donde cada dos por tres se deja ver el cantante Alejandro Sanz debido a que parte de su familia procede de aquí. Que no le den miedo las cuestas. Alcalá también ofrece una ruta prehistórica por los yacimientos Laja de los Hierros y Mesa del Esparragal, la visigoda Torre Lascutama y la Sierra del Aljibe, donde se encuentra un sendero por la Laguna Moral hasta llegar al pico del Picacho para sentirse como una de esas aves que planean entre las nubes.

5. Jimena de la Frontera. Un secreto turístico, uno de los más secretos, con su castillo en un cerro y un entorno dominado por el río Hozgarganta y las pinturas rupestres de Laja Alta. Ideal para desconectar, hacer senderismo y pedalear a lomos de una buena bici de montaña.

6. San José del Valle. Otro secreto donde podemos practicar cicloturismo por la Sierra de Cabras y contemplar las ruinas de los Baños de Gigonza, con unas aguas sulfurosas que hicieron furor entre la burguesía de finales del siglo XIX. No podemos perdernos la ruta por el sendero Puerto Cáliz-El Valle.

7. Castellar de la Frontera. Esta localidad se divide en dos: el viejo y el nuevo Castellar. El que nos interesa es el viejo, un pueblo-fortaleza de época nazarí muy bien conservado que domina las vistas de Los Alcornocales hasta el Peñón de Gibraltar. Amado por turistas europeos y hippies, en él podemos comer y quedarnos a dormir en plan asceta.

Datos útiles:

  • El clima de esta zona de interior de la provincia de Cádiz es templado, con inviernos no demasiado fríos y veranos calurosos. Obviamente las temperaturas bajan unos grados si se está en mitad del monte.
  • La mejor manera de moverse entre estos pueblos es en coche.
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Foto |  Manuel Acebedo: El Viajero de La Janda Litoral