Los señaleros: los encargados de guiar a un avión

14/01/2014

Hoy nos adentramos en las pistas de cualquier aeropuerto para conocer más de cerca el trabajo de los TOAM, Marshalls o más conocidos como los señaleros, ya que además de guiar a los aviones cuando están en tierra, tienen otras muchas funciones quizá más desconocidas, como vigilar el cumplimiento de los procedimientos en coordinación con otras dependencias, así como la resolución de las incidencias en tiempo real.

Los Marshalls son las personas que podemos ver por las plataformas guiando a un avión hacia su parking, con su coche normalmente amarillo y con un letrero en la parte trasera que dice «Follow Me». Los que vemos con las palas de día estacionando un avión ya sea en remoto o en finger, y con unas linternas cuando ya se ha hecho de noche. Trabajan cada día bajo las inclemencias del tiempo, ya que en invierno están expuestos a temperaturas gélidas además de luchar con las lluvias, nieve y heladas. También en verano se hace extremadamente duro en esos días en los que la temperatura alcanza por encima de los 40ºC.

Participan en muchas otras funciones, como son la inspección en campo de vuelo, en los planes de emergencia, análisis de incidentes y accidentes, vigilan el cumplimiento de las normativas de seguridad en plataforma e incluso penalizan las negligencias que afecten a la seguridad de los aviones o a otros usuarios, además del guiado de las aeronaves por la plataforma.

En todo momento, su trabajo debe estar coordinado con el centro de operaciones y la torre de control. De esa colaboración depende el éxito de su trabajo, además de su experiencia y conocimiento de todos los rincones de la plataforma y las pistas.

Los marshalls no tienen un trabajo rutinario, ya que cada avión que guían es diferente. No es lo mismo guiar un Fokker que un Airbus 340: el primero ocupa un stand con capacidad para aviones más grandes, el segundo deberá situarse en un stand donde las distancias de seguridad con los stands contiguos no son tan amplias y cualquier error podría provocar un incidente. Si además el 340 aparca en fingers y hay que conectarle la pasarela la precisión debe ser absoluta, no existe margen de error posible. Es uno de los momentos más delicados de su trabajo.

Es una profesión con mucha responsabilidad, de ellos depende nuestra seguridad como pasajeros.