Oporto desde el cielo y desde la tierra

04/04/2014

vistas de Oporto

Si tienes alma romántica, Oporto será tu mejor destino para un fin de semana. Una ciudad para recorrer, para perderte por sus callejuelas, subir y bajar, parar en sus miradores, ver el cielo al atardecer lleno del vuelo de gaviotas. Oporto, con aire de estudiada melancolía, es otra joya que descubrir de Portugal desde todos los ángulos posibles.

Desde las alturas

Para hacerte una idea de cualquier ciudad, lo mejor es desde las alturas; sólo desde arriba puedes hacerte con la topografía urbana de las ciudades. Oporto sabe bien de miradores, es una ciudad que crece en niveles desde la desembocadura del Duero hasta las colinas que la rodean.

Cruzar el Puente de Luís I proporciona una espléndida vista del Duero y de La Ribera. El puente une la ciudad con Vila Nova de Gaia, la zona de las cavas, y es el más conocido de los seis puentes de Oporto por su reconocible figura, su estilo y estructura de hierro tiene mucho que ver con Gustave Eiffel, ya que lo proyectó un discípulo suyo, Théodophile Seyring en 1886.

Otro lugar adecuado para ganar las alturas de Oporto es la Torre dos Clérigos, su silueta inconfundible se yergue sobre la ciudad, más de doscientos escalones brindan una panorámica sobre sus tejados.

Pero si quieres ver Oporto desde la perspectiva de sus gaviotas, lo mejor es subir al teleférico, un cable de modernidad sobre la tradición más conocida de la ciudad, sus vinos. El teleférico cruza las cavas donde envejece el oporto y te lleva desde su entrada, justo en el Puente de Luis I, hasta la desembocadura del río Duero.

Calles de OportoDesde las calles

Para intimar con una ciudad nada como el contacto directo que brinda andar por sus calles. Oporto es callejera, su esencia está expuesta a todo el que pise sus aceras, pasee sus avenidas o pare en sus plazas. El centro histórico de Oporto es Patrimonio de la Humanidad ¡Faltaría más para diez siglos de Historia!

Uno de los lugares más importantes del centro histórico de Oporto es La Ribeira. Como su nombre indica es la zona ubicada en la ribera del río y sus estrechas, coloridas y  apiñadas fachadas dan al Duero. Es uno de los más bellos lugares de la ciudad para ver como llega la tarde; el crepúsculo hermosea el cielo de Oporto y las luces de las cavas, al otro lado de la ribera, se van encendiendo cuando llega la noche, los carteles de las principales marcas de oporto se iluminan con si de Broadway fuera.

Justo detrás de estas fachadas de La Ribeira serpentean callejuelas hacia la zona alta de la ciudad. Inexcusable pasear por ellas; mejor descendiendo desde La Catedral que subirlas desde la ribera del río. Las Escadas do barredo esconden la esencia de Oporto. Sus casas sobrepuestas unas con otras, la ropa tendida, la colada pública, las macetas que dan el toque de color y algún gato remolón son la escenificación de lo más popular de la ciudad.