Freixa lleva el arte en su corazón. De no haber sido cocinero, hubiera sido cantante o pintor. Parece que el haber crecido en una tienda de ultramarinos familiar en Igualada le marcó e inspiró para el resto de su vida. Y así, tras aprender el oficio de panadero, comenzó su andadura en las aulas de la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Sant Pol de Mar. Poco a poco fue despegando y a mediados de los 90 toma la batuta del restaurante barcelonés Racó d’en Freixa -el actual Freixa Tradició-.
Llega el año 2009 y con él una gran oportunidad para Ramón: el espacio del madrileño hotel Único. Por primera vez se verá solo ante el peligro, sabiendo aprovechar esta oportunidad para demostrar su valía profesional sin la ayuda de nadie más. Convierte a Único en un espacio diferente, lleno de lujo, creatividad e imaginación. Su excelente trabajo aquí se le recompensa poco tiempo después con dos estrellas Michelín y tres soles Repsol.
Desde el principio tuvo claro que en su cocina el humor iba a ser primordial. Freixa se divierte trabajando y eso se nota. Eso, y su preocupación absoluta por los detalles en sus platos. De ahí que no sean meras piezas de arte, sino complejas estructuras culinarias francamente interesantes para sus comensales.
Si queréis saborear vosotros mismos las creaciones de Ramón tenéis varias opciones, dentro y fuera de España:
- Ramón Freixa Madrid.
- Arriba, también en Madrid.
- Freixá Tradició en Barcelona.
- Ávalon, también en Barcelona.
- Erre de Ramón Freixa, en Cartagena de Indias.
- Sal, en Panamá. Local al que asesora.
Si con solo 43 años Freixa ya tiene este excelentísimo bagaje, ¿hasta dónde llegará dentro de unos cuantos años más?
Ya veremos 🙂
Foto | Guía_Repsol