Aire fresco y zonas verdes en Buenos Aires

09/07/2015

Parque

Por muy urbanitas y cosmopolitas que seamos siempre se agradece un respiro en medio del mundanal caos que toda gran ciudad suele representar. Una pausa al ajetreo de gente, oficinas, tiendas, restaurantes, tráfico, rascacielos, etc. siempre se agradece. La capital de Argentina no iba a ser la excepción. Por eso, hoy os traemos un selecto listado con algunas de sus áreas verdes más recomendables. Para disfrutar tanto solos como acompañados <3.

  • Parque Tres de Febrero (o Bosque de Palermo). En pleno Barrio de Palermo encontramos este conjunto de parques que conforman un único espacio de unas 25 hectáreas. Destacan su lago, su anfiteatro, su patio andaluz, sus bustos de afamados poetas, y su inmensa colección de rosas: 18.000 ejemplares, ¡casi nada!
  • Jardín Botánico. Sus infinitos senderos son perfectos para largos paseos. Disfrutarás rodeado de vegetación autóctona argentina así como de un gran abanico de hierbas aromáticas. Sorprenden sus cinco invernaderos. Cuenta con tres estilos que lo segmentan en tres: jardín oriental, jardín francés y jardín romano.
  • Parque Carlos Thays. Bienvenidos al parque homenaje al artista francés Carlos Thays. Sus mayores atractivos residen en su gran variedad de esculturas, arquitectura e incluso museos (Museo de Arquitectura) y en el gran ambiente del que goza cada fin de semana. Además, cada Navidad, se celebra en este espacio el Parque Navideño de la ciudad… ¡francamente maravilloso!
  • Parque de los Niños. Uno de los más cercanos a la costa, cuenta con unas vistas de infarto hacia el Río de la Plata. Ofrece de todo: zonas reservadas para picnic, aves de lo más variopintas, bicis de alquiler, areneros, juegos recreativos… y hasta playas artificiales durante los meses estivales. Ocio para toda la familia.
  • Parque Rivadavia. Todo el mundo lo conoce por su diaria feria del libro, de discos usados o de revistas. Como no podía ser de otra manera, también fue diseñado por Carlos Thays. Arboledas, lagos, fuentes y muchas hectáreas verdes. Ni su antigua noria ni su pista de patinaje suelen pasar desapercibidos para nadie.

Foto |  Juanedc

 

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