Básicos en Estambul

10/08/2015

istanbul

Hoy volamos hasta Estambul. Lo hacemos a través de una lista de básicos que nadie debería perderse durante su estancia en la ciudad. De antemano os decimos que esta ciudad, la mayor de Turquía, os robará el corazón nada más aterrizar. Su historia, sus monumentos, sus museos, su gastronomía, su oferta comercial, sus estampas, sus baños, su Bósforo…, opciones infinitas, todas tan interesantes como encantadoras. No en vano, señoras y señores, acabamos de aterrizar en una de las ciudades más bellas del viejo continente.

¿Preparados? Pues venga, ¡qué nos vamos!

¿Una calle? Os damos el nombre de tres. Las tres importantes, las tres estupendas: Kumbaraci, Kadife Sokak y Avenida Istiklal. La primera, elegante, empinada y ventosa, es el epicentro de las novedades comerciales más cool de la ciudad. La segunda es perfecta para cuando cae el sol. Se trata de «la calle de los bares» y os espera para poner la guinda al pastel en un ajetreado día. La tercera es probablemente la avenida más dinámica de la ciudad: llena de gente, llena de tiendas y llena de locales de ocio y restauración.

¿Un monumento? Mejor dos: la Mezquita Azul y la Basílica de Santa Sofía. Ambas cargadas de historia, ambas imprescindibles en la agenda de cualquier turista. Sin embargo, si nos tuviéramos que quedar con una… ¡la grandiosidad y majestuosidad de la Azul no tienen precio!

¿Una tienda? No hay duda, el mundo entero lo sabe y lo pregona, el Gran Bazar de Estambul es uno de esos must en toda regla. Prepárate para recorrer pasillos y pasillos llenos de curiosidades comerciales del país: alfombras, especias, tés e infusiones, dulces típicos, joyas, artesanía, etc. No olvides regatear, el turco domina el asunto a la perfección.

¿Un mirador? La Torre Gálata nos ofrece unas de las mejores vistas de Estambul. Antaño faro, subir hoy hasta su punto más alto es toda una odisea debido a que suele estar muy concurrida de gente. No obstante, ármate de paciencia y sube. A un lado Asia, al otro lado Europa, ¡una estampa alucinante!

¿Un plato típico? Aunque son muchos los que aquí podríamos mencionar, nos quedamos con dos. Ambos, perfecto homenaje a la street food tan en auge en determinados países del mundo. El balik ekmek: caballa a la parrilla, lechuga, cebolla, pan crujiente y sal y limón al gusto. El kebab: rollos de pollo o ternera, coronados con grasa de cordero y ensalada (sin salsa, reciente invento europeo). Acompáñalos de una bebida de yogur que siempre te ofrecen, ¡deliciosa combinación!

¿Un paseo? El que su río te ofrece. Hacer un recorrido en barco por el Bósforo no tiene precio. Si lo haces al atardecer, prepara tu cámara, las puestas de sol son fascinantes y la iluminación que a partir de ese momento cobra su puente es de película. Además pasarás de Asia a Europa y de Europa a Asia en un abrir y cerrar de ojos. Recordemos que Estambul es una de esas pocas urbes transcontinentales que existen en el mundo. Claro está que el cambio de continente lo puedes hacer en coche también…, pero el tráfico que reina en la ciudad cualquier día a cualquier hora, hará que desesperes :).

¿Un baño turco? El KiliÇ Ali Pasa. Su existencia se remonta al siglo XVI y cuenta la historia que el mismísimo Cervantes ayudó en su construcción. De hecho, lo menciona en una capítulo de su interminable El Quijote. A la fecha, sus salas de mármol siguen siendo de las más lujosas de la ciudad. Te mimarán desde el primer segundo y tanto tu mente como tu piel saldrán renovadas y rejuvenecidas. Merece la pena.

Foto | Brixit Lorenzo

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