Negras, dulces, harinosas, redondas, alargadas, pequeñas, rosáceas, púrpuras, manchadas, coloradas, suaves, medianas, retorcidas… Y así hasta ¡3000 variedades -de las cuales 2500 son comestibles- de un tubérculo bien preciado e histórico! Señoras y señores estamos en Perú, la tierra por excelencia de las papas, o más bien, para nosotros, europeos, en la tierra por excelencia de las patatas. Las tierras peruanas son las mejores representantes de la papa andina. Y no en vano, en los Andes, defienden la presencia de este producto en su despensa con auténtica garra y fervor.
Un buen ejemplo de esta pasión por el legendario fruto es la que derrocha Gastón Acurio: actualmente, uno de los mejores chefs del mundo. Gastón, peruano de nacimiento y de corazón, es además uno de los impulsores de un movimiento culinario que se empeña en proyectar la imagen de Perú al mundo. Él y sus seguidores, no se conforman con hacer una buena cocina en su país, quieren que en todos los rincones del mundo retumbe la idea de que Perú es un país importante gastronómicamente hablando. Pretenden, como el mismo Acurio dice «peruanizar el mundo«. Y, sin duda alguna, una de las mejores formas de conseguir esto, es aprovechando la materia prima que la tierra de forma natural nos ofrece. De tontos sería pues, no fijarse en la excelente y versátil papa andina.
Para que os hagáis una idea de lo que estamos hablando sabed que Gastón es uno de los 9 miembros del Basque Culinary Center, dirigido por nada más y nada menos que Juan Mari Arzak y Ferran Adrià. Ante este dato, sobra decir la fuerza que puede tener desde ya Perú y sus papas en las cocinas de todo el mundo.
Si viajáis a Lima, no olvidéis reservar mesa con antelación en su restaurante Astrid y Gastón Casa Moreyra. Y, si no llegáis a Lima, tranquilos, la estela de Acurio ya ha llegado hasta España con locales en Madrid y en Barcelona. Bon appétit!
Foto | licor de mandarina