Extremadura, paraíso natural y gastronómico del interior de España

24/09/2015

Teatro_Romano_Merida_Extremadura



Hablar de Extremadura es hablar de un enclave con enorme tradición histórica forjada a lo largo de los siglos, uno de esos lugares orgullosos de ser fiel a sus costumbres, heredero de un pasado y un presente cargado de personajes ilustres. Extremadura es una comunidad autónoma española compuesta por las provincias de Cáceres y Badajoz y que linda al oeste con Portugal, con unas fronteras que, más que separar, unen a dos países hermanos. Se trata de uno de los paraísos escondidos del ecoturismo en España, prodigio paisajístico del interior con numerosos parques naturales, valles y vegas que hacen de su recorrido natural una experiencia única. Ruta encumbrada por uno de los mayores símbolos de la gastronomía en España, el jamón de cerdo ibérico, con denominación de origen. La combinación resulta insuperable.

Mérida se erige como la capital de Extremadura, ciudad con huellas de un pasado todavía presente y que se puede palpar en muchos de sus rincones. El legado del Imperio romano, de cuando se fundó Augusta Emerita hace más de dos mil años, es el eje que vertebra la Mérida actual, con monumentos como el Circo, el Anfiteatro, el Acueducto de los Milagros, el Puente o el Teatro, que han llegado hasta nuestros días en un envidiable estado de conservación y que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1993. Éste último, el Teatro romano, es la imagen por excelencia de la capital, además del privilegiado escenario que acoge cada verano el Festival Internacional de Teatro Clásico, cita clave dentro del panorama cultural español. No menos interesante resulta el centro histórico de Mérida, un cúmulo de calles sinuosas y empedradas, estrechas en ocasiones, ubicado dentro de las murallas de la ciudad. Son lugares de visita obligada la Puerta de la Villa, el Templo de Diana o la Plaza de España, abrazada por primitivos palacios y casonas tradicionales.

Plaza Alta de Badajoz, Extremadura

El casco antiguo de Cáceres, otro Patrimonio de la Humanidad, alberga uno de los conjuntos monumentales de la Edad Media más completos del mundo, con espectaculares edificios como el Palacio de las Veletas o la Iglesia Concatedral de Santa María. Sus bellos rincones te permitirán transportarte en el tiempo y ser protagonista de numerosas leyendas forjadas siglos atrás. En la provincia a la que da nombre la capital encontramos otros dos tesoros arquitectónicos: por un lado, el Monasterio de Guadalupe destaca gracias a su combinación de estilos gótico y mudéjar. Fue levantado en el siglo XIV y cuenta con uno de esos claustros cuya belleza admirarás al tiempo que te preguntas cómo es posible que existan lugares tan hermosos; por otro, la localidad de Trujillo ofrece al visitante una preciosa sucesión de monumentos como la Plaza Mayor o el Palacio de San Carlos, todos ellos capitaneados desde lo alto por su imponente castillo.

Por su parte, Badajoz, la capital de la otra provincia extremeña, fue fundada por los musulmanes en el siglo IX, característica que le imprime un sello personal dentro de la comunidad autónoma. Uno de sus monumentos más visitados es la alcazaba, que rodea con sus murallas lo que fue la ciudad primigenia y que acoge el Museo Arqueológico Provincial. No hay que perderse tampoco los peculiares colores y formas de la Plaza Alta ni La Giraldilla, una réplica a menor tamaño de la célebre torre sevillana.

Cerezos en flor, Valle del Jerte, Cáceres. Extremadura

Si amas el aire puro, aquí encontrarás verdaderas maravillas naturales repartidas por entornos de ensueño. Los cerezos en flor el valle del Jerte, al norte de la provincia de Cáceres, son una de esas estampas que todos tenemos que ver alguna vez en nuestra vida y considerarlas como un regalo de la naturaleza. Durante aproximadamente dos semanas entre los meses de marzo y abril, los paisajes se tornan blancos y emiten un aroma singular, llegando a parecer que estamos caminando entre nubes de algodón. El Parque Nacional de Monfragüe destaca por su escarpada orografía y por su enorme riqueza de aves, permitiendo divisar especies tan peculiares como el águila imperial, el buitre leonado o la cigüeña negra. Para los más aventureros, diversos puntos naturales de la comunidad ofrecen opciones de senderismo, rutas en bicicleta o espacios tan fastuosos como la Garganta del Infierno.

Jamon_Iberico_Extremadura

Extremadura produce algunos de los productos gastronómicos más característicos no sólo de España, sino también de la proyección del país a nivel internacional. Esta tradición culinaria le ha permitido a Mérida, por ejemplo, convertirse en la Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica en 2016. Sin obviar las sabrosas recetas preparadas con cordero o bacalao, el queso es un emblema de la cocina extremeña y debe estar presente en cualquier buena mesa que se precie. Su variedad más conocida es quizá la Torta del Casar, elaborada con leche de oveja y muy peculiar por su interior líquido y cremoso recubierto por una corteza dura. Se consume untada en pan. Célebre es también el pimentón de la comarca de la Vera, en sus variedades dulce y picante, afamado por su reputado sabor y su intenso color rojo. Pero, sin duda, el producto estrella de la gastronomía en Extremadura es el cerdo ibérico, con el que se producen exquisitos embutidos como el chorizo, el lomo embuchado o el morcón. La joya de la corona es el jamón ibérico, producto de una calidad inigualable y que embarcará a todos tus sentidos hacia una dimensión casi celestial.

Imágenes | Mariaplr; Olga Berrios; Ary Chst; Miguel García Saavedra.

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