Bienvenidos al mayor bosque de robles de toda España. Sus 6.000 hectáreas avalan esta afirmación. Al igual que uno de sus más expertos y longevos guardabosques: Francisco Fernando Rodríguez. Lleva quince años trabajando roble arriba roble abajo en este tesoro ecológico asturiano. Conoce todos sus rincones y todos sus secretos. Incluso sabe a que huele el miedo. Cuando le toca dormir en la reserva es capaz de distinguir los aullidos de los lobos en la lejanía. Pese a todo, afirma, que incluso esta temerosa presencia animal, le hace compañía.
Para quien no lo sepa. Muniellos es el parque natural más protegido de toda Asturias. Hasta tal punto que sus visitas diarias se reducen a veinte. Este es el número máximo de visitantes que pueden acceder al parque diariamente. ¡Ah! Y siempre bajo previa autorización del gobierno regional. Ir a Muniellos no es como ir al parque de atracciones. Me apetece, pago y voy. No, hay que cumplir una serie de requisitos previos. La fama y el prestigio de Muniellos es relativamente reciente. Su verdadero apogeo comenzó gracias a que en el año 2000 la Unesco lo declaró Reserva de la Biosfera.
Aquellos que tienen verdadera vocación de guardas forestales dicen que el trabajo de Muniellos es todo un lujazo. Así lo afirman el propio Francisco, o la bióloga Magdalena Ibáñez o Miguel Fernández Otero, el guarda mayor de la Patrulla del Oso. A todos les apasiona su trabajo, sienten verdadera devoción por el monte, la flora y la fauna. Y, a decir verdad, esta pasión es indispensable. Cuidar y preservar de especies animales en peligro de extinción como el urogallo, el oso pardo o el lobo ibérico en una estampa de este calibre no es cualquier cosa. Hay que hacerlo a conciencia y cargando con la responsabilidad que ello conlleva. Parece que a los integrantes de este equipo de trabajo lo que les sobra, es pasión, ¡así sea!
Foto | parquenarceano