¿Has pensado alguna vez en regalar o que te regalaran una Navidad en verde? ¿O has soñado con Papá Noel vestido de verde, con un manto de helechos típico del bosque atlántico? Pues ese milagro es posible en Asturias, donde cada Navidad es multicolor y diferente.
Es un hecho palpable y gozoso que la Navidad es uno de los mejores momentos del año para sorprender a los tuyos, para tener ese detalle que has pensado durante todo el año, para regalar y regalarte esos momentos deseados, y en medio de este panorama de deseos y emociones uno de los paisajes que mejor encaja en tu imaginación es el de Asturias. “No lo imagines, vívelo, y haz de Asturias tu mejor regalo esta Navidad”.
Vivimos en un mundo en el que todo cambia muy aprisa, y en el que las nuevas tendencias, las modas, las novedades son una constante vertiginosa. Sin embargo, en este contexto de innovación que no cesa, hay valores y destinos que son un clásico y con los que tienes el éxito asegurado. Uno de ellos es Asturias: un destino verde, puro, de montaña, de costa, de ciudad, de villas y pueblos, donde el relax y el entretenimiento están asegurados.
Casonas y Aldeas, mucho más que un alojamiento
Para una Navidad excelente, tienes que empezar la casa por los cimientos, y lo primero es regalar y regalarte un alojamiento donde la calidad está garantizada. Por esta razón, un pequeño gran detalle para las sorpresas que quieres dar y recibir estas fiestas es mimar a los que te rodean con un alojamiento que se sale de los común, y en Asturias entienden de excelencia, tal como lo muestran y demuestran las Marcas de Calidad de hoteles y casas de aldea, Casonas Asturias y Aldeas de Asturias, respectivamente.
Regalando una estancia en los establecimientos que las integran sabes que vas a “caballo ganador”, no solo por la belleza interior del alojamiento, sino porque la atención personalizada y la asturiana guapura del entorno harán de tu viaje un momento excepcional que no querrás olvidar y al que siempre querrás regresar.
Alojarte en Casonas Asturianas o Aldeas de Asturias es mucho más que una estancia en un hotel: es mirar por la ventana de tu habitación o del salón un romántico atardecer, o despertar con el sol de la mañana; es dar rienda suelta a tu apetito relajado con un desayuno de la tierra, servido con el mimo y la hospitalidad que caracterizan a los asturianos; es un momento de lectura infinita en un ambiente sosegado; o ampliar tu colección de “selfies” en un entorno de ensueño; es un paseo relajado; una conversación agradable; un sueño reparador en medio del silencio; un momento en el “spa” dejándote llevar por la magia del agua de Asturias, y todo lo que puedas imaginar… En definitiva un sinfín de inusitadas sensaciones.
Asturias es como un cuento de Navidad que no tiene fin y siempre con final feliz. Un cuento de Navidad que se vive en verde, en blanco, en negro… que se vive en multicolor. Que se vive intensamente al aroma y tonalidades de los bosques, al aire de la montaña, al olor a salitre de la costa, al calor y sabor de los fogones… Por todas estas razones y muchas más, si regalas Asturias tú te quedas bien, y los demás, mejor.