Un viaje muy personal por el Noroeste de Argentina

02/02/2017

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Cuando nos hablan de Argentina, probablemente sea Buenos Aires lo primero que nos viene a la cabeza; y no es para menos, teniendo en cuenta la importancia histórica de la capital, su animada vida nocturna y el halo mágico de sus mil y un rincones. Sin embargo, de norte a sur y de este a oeste, el país está repleto de lugares irrepetibles, únicos, que ofrecen una cara diferente y que representan dignas alternativas de cara a realizar una ruta viajera. El Noroeste Argentino (NOA en clave turística) es una región poco conocida, pero de gran interés cultural y paisajístico, que se define por el color. Por sus colores. Quiero rememorar hoy el recorrido que realicé por esta zona hace ya unos años y que, desde entonces, recuerdo con especial cariño gracias a lo auténtico de sus pueblos y sus gentes; se trata de una ruta de marcado acento personal.

Comenzamos la aventura en San Miguel de Tucumán, capital de la provincia de la que toma nombre y uno de los lugares con más peso histórico en el país. Aquí se firmó en 1810 la Declaración de Independencia de Argentina: edificios y espacios públicos como la Plaza Independencia, la Casa de Tucumán, la Estatua de la Libertad o el Monumento al Bicentenario dan buena fe de ello, rincones que pueden visitarse durante un agradable paseo por el centro de la ciudad. San Miguel es también la puerta a un nuevo mundo, y lo entenderás si llegas directamente desde Buenos Aires, Rosario o Córdoba; el contraste resulta, cuanto menos, pronunciado. Empezamos a comprobar que nos aguarda una experiencia prometedora.

Tafi-Valle-Argentina-NOA-Tucuman-Anibal-Trejo-Shutterstock

A poco más de cien kilómetros al oeste de la capital se encuentra Tafí del Valle, uno de esos pequeños pueblos tan encantadores como obligados; no sin antes atravesar un buen número de carreteras llenas de riscos, todo sea dicho. Los Valles Calchaquíes y la Sierra del Aconquija conforman los dos grandes reclamos paisajísticos del enclave, así como las verdes llanuras que se explayan entre ellos: desde aquí, la belleza de las panorámicas es tal que no se puede explicar con palabras, se hace necesario vivirlo. Tafí es un punto estratégico para quienes aman los deportes de aventura y también para quienes disfrutan de la naturaleza en profundidad, gracias a las interesantes opciones que ofrece el cercano Dique La Angostura y los alrededores de la localidad.

Pero no debemos perder de vista el aspecto culinario, pues en Tafí del Valle se elaboran unos quesos artesanos de primera calidad y que aún siguen las premisas de recetas ancestrales, casi secretas. Quizá te convenga saber que han sido declarados Patrimonio Gastronómico Nacional. Y atento, porque ahora toca rodear con tinta roja una fecha: cada año, en febrero, se celebra su Fiesta Nacional del Queso.

Amaicha-Valle-Tucuman-Argentina-NOA-Miguel-Martinez

Más al norte se ubica Amaicha del Valle, un pueblo donde se llega a sentir la magia. A finales de febrero tiene lugar la Fiesta de la Pachamama, merecido homenaje a la madre tierra que evoca antiguos rituales indígenas y en el que se dan cita diferentes comunidades de la región; su música, procesiones y elementos folklóricos revisten un interés especial, con el color como principal protagonista. Esos días, la diversión está en la calle. Y si buscas naturaleza, nada mejor que una ruta de senderismo hasta la quebrada El Remate para disfrutar de pura tranquilidad y unos paisajes excepcionales. ¿Una curiosidad? Hablamos de una localidad que se publicita en base a los días de sol que la iluminan durante el año: 360 para ser exactos. ¿Quién da más?

Cambiamos de provincia y nos dirigimos a Cafayate, ya en Salta. Conocida por sus excelentes viñedos y por formar parte de la Ruta del Vino de la región, esta pequeña ciudad alberga exquisitas bodegas donde podrás conocer de cerca el proceso de elaboración y, si lo deseas, alojarte en las propias haciendas vinícolas, que hoy también funcionan como hoteles. En lo meramente natural, aquí tendrás la oportunidad de realizar hermosas rutas montañosas por las Ruinas del Divisadero y sus cascadas, guiadas y con diferentes niveles de dificultad, y de visitar las famosas Ruinas de Quilmes, resguardadas bajo el regazo de los Valles Calchaquíes. El animado ambiente nocturno es otra de las señas de identidad de Cafayate.

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Tras hacer escala de una noche en Salta, disfrutando de un partido de fútbol en vivo y conociendo su magnífica arquitectura colonial, llegamos a Purmamarca atraídos por la belleza de sus coloridas montañas. Nos adentramos en la provincia de Jujuy, en plena Quebrada de Humahuaca. Aquí, la principal atracción estriba en el célebre Cerro de los Siete Colores, montañas con diferentes capas geológicas que cambian de color según el mineral predominante; el conjunto crea una postal de película (arriba). ¿Lo mejor? Subir  hasta los cerros que rodean la localidad y sentarte a presenciar, con calma, sin ninguna prisa, de las increíbles panorámicas con las que la naturaleza nos recibe por estos lares. Sus calles, muchas de ellas aún sin asfaltar, están repletas de restaurantes y tiendas de artesanía en las que hacerse con un recuerdo inolvidable.

También tuvimos la suerte de presenciar en Purmamarca las celebraciones de Carnaval, en febrero, en las que la diversión recorre plazas, calles y casas particulares; trajes típicos recubiertos de espejos, danzas alegres y música por doquier visten de gala la localidad durante días. La amabilidad de los vecinos queda patente desde el primer momento. Te harán sentir como en casa.

Nuestra última parada antes de cruzar a Bolivia por el paso fronterizo de La Quiaca la hicimos en la propia Humahuaca, un pintoresco enclave de marcado carácter colonial. Sus calles adoquinadas y sus cuidados edificios te permitirán rememorar épocas de antiguo esplendor. Es un punto ideal para llegar hasta la Serranía de Hornocal (imagen principal), ubicada a pocos kilómetros y a más de 4.000 metros de altura; desde aquí, las vistas de la Quebrada, considerada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, son sencillamente espectaculares: las laderas de las montañas conforman triángulos de bellísimos colores.}