Ser jefe de escala implica, entre otras muchas cosas, la posibilidad de formar a compañeros para que tal vez algún día también tengan un puesto similar. Eso, lejos de resultar ingrato, es lo más satisfactorio que hizo Avelino en su dilatadísima carrera en Iberia. Solo en A Coruña estuvo 14 años de jefe de escala, trabajo que ahora desempeña David… que fue alumno de Avelino.
Idas y venidas, cambios de aeropuerto, formaciones, ir al extranjero a mostrar novedades a otros compañeros… Y de repente se acaba, como casi todo en la vida, y das paso al próximo, pero no es pena lo que te invade, sino la tranquilidad del trabajo bien hecho, de posos bien dejados, de un compañerismo que se vive a kilómetros de distancia, porque el jefe de escala de otro aeropuerto siempre estará ahí para lo que necesites. Así lo vivió Avelino, un clásico en Iberia. Así lo vive David, que entró en la compañía para sacarse un dinero mientras estudiaba, y ahora ya no hay quien le frene en Iberia.
La familia Iberia crece, y sus miembros recuerdan anécdotas, comienzos y cambios en las Conversaciones Ronda, como en esta de octubre, que reúne a jefes de escala de antes y de ahora. Puedes descargarla entera aquí y disfrutar de todo menos de la nostalgia. Porque no existe cuando miras al pasado y sonríes por lo vivido, y cuando sabes que lo que te queda por vivir es tan diferente como igualmente bueno.