El Principado de Asturias es conocido por sus espectaculares paisajes bucólicos, a menudo pintados de un color verde inconfundible; también por su deliciosa gastronomía, su famosa sidra y muchos pueblecitos pintorescos que parecen sacados de un cuento. Pero sí, también las tres grandes ciudades de la región merecen una visita, y especialmente su capital, Oviedo (Uviéu, en dialecto asturianu).
Esta ciudad es una auténtica joya urbana, galardonada como una de las más limpias, hospitalarias y mejor equipadas del país; una ciudad en la que plazas y fuentes centenarias se mezclan a la perfección con la arquitectura de vanguardia.
El Casco Antiguo
Una buena forma de comenzar a descubrir Oviedo es a través de las calles adoquinadas del tranquilo Casco Antiguo, con una combinación de estilos que van de lo medieval al modernismo. Aquí podrás admirar las murallas originales del siglo XIII, aunque es cierto que buena parte del legado de la Edad Media acabó convirtiéndose en cenizas tras un gran incendio; por ello, la arquitectura que predomina en la ciudad es del siglo XVI en adelante. Pero aun así sigue habiendo buenos ejemplos medievales, y nos decantaremos por dos: de un lado, los frescos de color de San Julián de los Prados, datados en el siglo IX y que constituyen uno de los ejemplares más importantes de la época; de otro, la Cámara Santa, cripta y capillas situada bajo la catedral gótica de San Salvador (arriba), que alberga una reliquia conocida como el Santo Sudario de Oviedo y que se corresponde, según la tradición, con el que fue colocado sobre el rostro de Jesucristo en el descendimiento de la cruz y hasta su definitivo entierro. La propia catedral también alberga elementos románicos y destaca por su retablo flamenco policromado y su precioso claustro.
La arteria principal del casco antiguo es la calle Cimadevilla, llena de encantadoras tiendas, bares, sidrerías y restaurantes, y que conduce a la Plaza de la Constitución, donde se ubica el ayuntamiento de la ciudad. Muy cerca encontramos la Plaza 19 Octubre, que alberga el Mercado El Fontán, un mercado modernista de hierro fundido y cristal lleno de productos gastronómicos locales; no obstante, quizá los que más destacan son los pescaderos, que presumen de una excepcional variedad de pescado fresco procedente de la Bahía de Vizcaya.
Otros edificios que merecen la pena conocer son la Casa Consistorial del siglo XVII y el edificio original de la Universidad de Oviedo, fundada a principios del siglo XVII y que atesora un patio central con preciosas arcadas. Sus casi 30.000 estudiantes son una parte importante de la ciudad y hacen que las calles (y especialmente la vida nocturna) estén siempre muy animadas.
Más allá de monumentos históricos y mercados, también necesitarás hueco para algunos museos de primer nivel. Para el Museo de Bellas Artes, por ejemplo, ubicado en el Palacio Velarde del siglo XVIII: entre sus 78 obras destacan piezas de Barceló, Dalí, Goya, El Greco, Miró, Picasso, Ribera, Sorolla, Tàpies y Zurbarán, creando una mezcla de estilos inmejorable. O para el Museo Arqueológico de Asturias, que muestra la historia de la región desde la prehistoria hasta la Edad Media y se localiza en el monasterio románico de San Vicente de Oviedo, del siglo VIII.
La «Ciudad Nueva»
Caminando hacia el ensanche, (fraguado desde el siglo XIX) aprovecha para darte un paseo por el frondoso Campo de San Francisco (arriba), porque es un verdadero placer; tampoco te pierdas la estatua de la querida Mafalda, ese famoso personaje de dibujos animados argentino. Desde allí llegarás a la calle Uría, una avenida comercial. ¿Y sabes lo más curioso? Que en la esquina con la calle Posada Herrera encontrarás una estatua de… ¡Woody Allen! Sí, como lo lees, un merecido homenaje que la ciudad rindió al cineasta tras recibir en 2002 el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y no dudó en elogiar a la capital del Principado de Asturias.
Cerca de la Plaza del Carbayón se encuentra el hermoso Teatro Campoamor, del siglo XIX, que además de su programa cultural habitual es también sede de los prestigiosos premios anuales Princesa de Asturias. En la parte norte del Casco Antiguo, por su parte, no te pierdas la inclinada calle Gasconia: hablamos del que probablemente sea el lugar con más vida callejera de Oviedo, con numerosas sidrerías donde los camareros escancian la sidra en cuanto oyen: ¿echamos un culín? ¡Una experiencia única!
Obras maestras pre-románicas… y mucho más
He guardado para el final lo que, para mí, es lo mejor de todo. Ya abordamos antes algunos remanentes de la temprana Edad Media, cuando Oviedo era la capital del Reino de Asturias, el único reino cristiano que nunca había sido conquistado por los emires y califas musulmanes del norte de África; este reino estuvo gobernado por los descendientes de los visigodos germánicos que gobernaron la mayor parte de Iberia después del Imperio Romano. En la colina de Naranco, a sólo 15-20 minutos en coche del casco antiguo, se encuentran dos de los monumentos pre-románicos más evocadores: el primero es San Miguel de Lillo, una robusta iglesia consagrada en 848; el segundo, mi favorito, la rectangular Santa María del Naranco (arriba), construida ese mismo año como un pabellón de caza de dos niveles y un palacio para el Rey Ramiro I, y que en el siglo XIII se convirtió en una iglesia. Explorando la cripta de abajo y una sala abierta que hay por encima, tendrás la sensación de ¡estar en un set de rodaje de Juego de Tronos!
Una última nota: Oviedo no sólo es una visita fantástica en sí misma, sino una base ideal para explorar el resto de Asturias, siendo un fácil acceso a muchos otros lugares fantásticos y experiencias, incluyendo ciudades costeras encantadoras como Cudillero, Llanes y Ribadesella o la dinámica ciudad portuaria de Gijón. También imperdible es el Santuario de Covadonga, cuya iglesia y gruta marcaron el sitio de la épica batalla de 722 que lanzó la reconquista de España de los musulmanes por 450 años. Picos de Europa, la Reserva de Muniellos, Arriondas, Cangas de Onís… Lugares preciosos y naturaleza virgen al alcance de tu mano. ¡No te los puedes perder!
Imágenes | javier.losa; Zarateman; Gonmi; KarSol.