Caótico y radical Miró

20/03/2018

El orden y el desorden de Joan Miró deambula por el Instituto Valenciano de Arte Moderno desde el pasado mes de febrero, y allí lo encontraremos expuesto hasta el próximo 17 de junio.

Si piensas que verás una muestra de tantas del artista catalán, te equivocas. Si en algo ha puesto empeño su comisario, Joan Maria Minguet, es en rescatar el lado más radical y menos conocido de Miró: piezas de aquí y de allá, tanto de importantes centros de arte como de coleccionistas privados, impregnan con un sensacional e inusual caos el IVAM. Son piezas que engloban obras de cerámica, disposiciones teatrales y carteles, un formato quizá desprestigiado pero cuyos rasgos y grandeza están a la misma altura que un cuadro o una escultura del gran artista.

Miró fue uno de los rebeldes sin causa del arte español, yendo a contracorriente en muchos casos. Ni las normas ni los convencionalismos iban con su manera de ser, ni dentro ni fuera de las fronteras del arte; romper moldes era una de sus obsesiones, así como cambiar conciencias y maneras de pensar. O estar inmerso en la sociedad pública, invadiendo ciudades, todo esto, -¡claro!-  a través de su obra.

La muestra consigue que te adentres en estas obsesiones, te reta a que las comprendas, pero también deja entrever con sutiles pinceladas esa cara más amable y concienzuda del artista en la que las formas se trabajan como mandan los cánones.

¿Conclusión? Tú, gran apasionado de Miró, por mucho que te concentres, no vas a reconocer estas obras gracias a su esencia base, ni a su fascinante y particular alfabeto. Si te taparan los ojos estando en Valencia, te subieran a un avión rumbo a quién sabe dónde y los volvieras a abrir en un museo en cualquier parte del mundo con estas obras delante … ¿las reconocerías? ¡Ponte a prueba!

Foto | Sharon Mollerus

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