Recónditos, desconocidos, bellos, inaccesibles, pintorescos, curiosos… Así son muchos de nuestros pueblos de España. Hoy homenajeamos en modo literatura 2.0. a Bulnes. Asturias, patria querida, ¡cómo te queremos!
Si tuviéramos que escoger un único adjetivo para este pequeño pueblo asturiano, sería el de innaccesible. Y no es que Bulnes no se merezca otro tipo de calificativos como pintoresco, pero es que es muy complicado llegar a él: imaginaos hasta qué punto que, arrancando 2018, no es posible acceder en coche… Sí, habéis oído bien. ¿Y entonces, cómo hacemos? Caminando, claro, o usando el funicular que une Bulnes con Poncebos. Alucinante, ¿verdad? Pues más impactante resulta que el acceso en funicular comenzara apenas en 2001… y que hasta hace relativamente poco carecía de electricidad.
Bulnes está considerado parroquia y pertenece al concejo asturiano de Cabrales. Situado en el Macizo Central de los Picos de Europa, cuenta con una elevación de 650 metros sobre el nivel del mar; esta situación lo convierte en una joya para el turismo rural y de aventura. Formar parte del Parque Nacional de los Picos de Europa no es peccata minuta. Si os va el deporte de montaña, las rutas de senderismo, las excursiones en raquetas de nieve, las ascensiones profesionales… deberíais visitar Bulnes alguna vez en vuestra vida. Debéis saber, además, que desde aquí podemos llegar al Picu Urriellu o Naranjo de Bulnes (imagen principal), una de las más míticas cimas de los Picos de Europa. Alcanzarla es el sueño más preciado de cualquier buen alpinista. Sobra decir que las estampas que podemos encontrar aquí bien podrían formar parte de cualquier paraíso perdido del mundo.
Pero no todo es senderismo, escalada y paisajes, y picos y montañas en Bulnes. También destaca su buena gastronomía y sus alojamientos (hostales, albergues, caserones… ¡qué no hoteles!) de diez. ¿Un lugar para comer? El Bar LaLLende. No dejéis de disfrutar su cabrito asado y su fabada. ¿Un lugar para alojarse? El Albergue Villa de Bulnes, os tratarán como en casa. Os sentiréis en el paraíso. Perdido. 🙂
Imágenes | Marisa Estivill; LFRabanedo