¿Cómo preparar nuestra maleta para la nieve?

11/01/2019

Maleta para la nieve

Muchos soñamos con volar a lugares de sol. Muchos otros soñamos con volar a lugares de nieve. Cualquiera de los viajes puede ser especial y para cualquiera de los dos lugares necesitamos de unos preparativos previos cuya clave, sin duda alguna, se haya en la maleta que nos acompañe.

Hoy nos vamos a centrar en esa maleta clave que debería acompañarnos cuando nuestro destino es un destino de bajas temperaturas y de paisajes blancos y polares. Ojo que no vamos a describir tampoco la maleta de alguien que vaya a practicar esquí. Simplemente alguien que vaya a hacer turismo en un lugar muy frío.

¿Qué es lo que no se nos debería olvidar si vamos a viajar a un destino de estas características?

  • Camisetas térmicas. La capa que vaya pegada a nuestra piel debe ser de calidad y que abrigue bien. Actualmente existen muchas gamas de camisetas térmicas en el mercado. Las hay de todo tipo de tejidos y de todo tipo de hechuras. Las de lana merino son una apuesta segura. Aunque, sino nos queremos disparar tanto en el precio, podemos apostar por otro tipo de opciones que se ajusten a nuestros bolsillos y con una buena relación calidad-precio.
  • Leggins térmicos. Al igual que las camisetas térmicas, los encontramos de todas las formas y colores. Dependiendo de tu tolerancia con el frío, apuesta por una calidad o por otra. Y procura luego escoger unos pantalones cómodos que te permitan llevar sin agobios esas dos capas en tus extremidades inferiores.
  • Ropa interior de algodón. Si lo térmico no nos acaba de convencer por el motivo que sea, la opción de ropa interior de algodón también podría ser una buena opción. Eso sí, siempre y cuando el algodón sea de primera calidad.
  • Sudaderas polares o jerseys de lana. Si nuestras térmicas y nuestra prenda exterior son de buena calidad, con una capa más, iremos bien. Los polares son la opción más práctica y cómoda, pero los jerseys de lana también encuentran su lugar aquí. Lo que vaya mejor con tu estilo y con lo que tu te encuentres mejor será la mejor alternativa.
  • Pantalones cómodos y de tejidos cálidos. Si además son impermeables ya cumplirían todos los requisitos con nota, especialmente si, tu tolerancia con el frío, es más bien justa. Como decíamos un par de líneas arriba, pruébatelos con los leggins debajo para comprobar que efectivamente estás cómodo así vestido.
  • Abrigo. Debe protegernos tanto del frío y del viento como de las nevadas. La nieve moja también, así que, lo ideal es apostar por un abrigo que repele el agua en condiciones. Un plumas de calidad puede ser una buena opción. Y sino, siempre nos quedan esas prendas más específicas de nieve, entre las que encontramos muchas buenas opciones, de distintas gamas, precios y calidades. Muy aconsejable es que esta prenda no nos quede justa en talla, para que transpiremos mejor, para que el calor fluya y para poder meternos más capas debajo en caso de llegar a necesitarlo.
  • Calcetines. Si conseguimos mantener nuestros pies calientes, tendremos una apuesta casi segura para no pasar frío en exceso. Por el contrario, muchas veces, por mucho que nos abriguemos arriba, si los pies los tenemos fríos, es complicado que nuestra temperatura corporal sea óptima. Por eso, hazte con calcetines ideados para estas bajas temperaturas. También en este caso, existen en la actualidad muchas gamas y tejidos apropiados.
  • Calzado. Que sea idóneo para el frío y que también aísle bien de la humedad de la nieve. Unas botas sería lo más acertado. Algo con forro polar por dentro y un buen material aislante del agua por fuera sería maravilloso. Quizás en este caso sea en lo que más te recomendaríamos invertir si es que no tienes ya algo que se adecue a tus necesidades. ¿Por qué? Pues porque en este caso si que la calidad se paga, y ante un calzado muy barato, sospechad: este tipo de calzado no suele tener precios bajos.
  • Guantes. Como los pies, llevar las manos calientes es de extrema importancia. Nuevamente, dependiendo de tu calor corporal, necesitarás un tipo de guantes u otro. En cualquier caso, guantes necesitarás, salvo que no quieras ni tocar la nieve. Para los menos tolerantes con el frío, siempre tenéis la opción de poneros doble capa de guantes: unos térmicos y en contacto con la piel debajo y otros más amplios y que no se mojen en la capa externa.

maleta para la nieve

  • Gorro o pasamontaña. Aunque parezca una tontería, el calor que se puede llegar a escapar por la cabeza es crucial. Por eso, no te olvides de meter en la maleta esta prenda. El típico gorro de lana es perfecto, al igual que, si estás cómodo con la cara más tapada, un buen pasamontaña.
  • Bufanda o braga. Llevar el cuello protegido también es importante (al final todos los recovecos de nuestro cuerpo por donde se nos pueda colar el frío son importantes). ¿Bufanda? ¿Braga? Es una cuestión de gustos muy personal y particular. Mientras escojas algo que abrigue bien y tú te encuentres cómodo, tu elección siempre será acertada. Aunque, a priori, lo más práctico es la alternativa de la braga polar.
  • Gafas de sol. Si el tiempo acompaña y se espera que luzca el sol, no olvides llevarte contigo tus gafas de sol. Suelen ser unas buenas aliadas -a veces imprescindibles- en esos días de nieve soleados.
  • Bañador. No nos hemos vuelto locos. El motivo de incluir el bañador en esta lista es debido a que normalmente en los sitios de nieve suele haber oferta de servicios de spas.
  • Crema hidratante y protector labial. Con las bajas temperaturas nuestra piel se reseca más de lo normal. Así que, no te olvides de ella esos días y mímala más de lo normal.
  • Calientapiés, calientamanos y parches térmicos adhesivos generadores de calor en el cuerpo. Te colocas cualquiera de estas opciones en la zona del cuerpo en cuestión y obtendrás dosis de calor extra durante un margen de 5-6 horas aproximadamente. Excelente idea para los muy frioleros y poco tolerantes con el frío.

Foto: zoff-photo y littlehenrabi |  Mª José C. Lamas