La virtud y su punto medio. Cuando hablamos de Brasil, vemos que Sao Paulo sale victoriosa sobre Río de Janeiro. En consecuencia, nos hemos animado a darle mimos a esta última, porque ella lo vale, porque bien merece un gran viaje.
En anteriores entregas de este blog nos hemos recreado en las exuberantes playas de Río de Janeiro -¡cómo no hacerlo!-, además de en sus cameos de cine y en el infame y colorido carnaval que a tantos viajeros atrae. Lo que te proponemos ahora es algo diferente: una experiencia suprema de turismo activo, tanto en la capital como en la región serrana. Actividades como la escalada, el senderismo, los vuelos en ala delta o en parapente, y así hasta un largo etcétera, con la adrenalina y la diversión como hilos conductores. Lo dicho: vamos a retarte con exclamaciones e imperativos. Y lo hacemos aterrizando en Río de Janeiro y dirigiendo nuestros pasos a un lugar único en el mundo, uno por el que vale la pena hacer millas.
Río de Janeiro, el estado
¡Camina! Para la escalada y el senderismo ponemos la mirada en el interior del estado, más concretamente en el sureste del país, lleno de un tipo de naturaleza que nutre. Allí nuestro destino es la Serra do Mar o, como los locales la llaman, el Parque Nacional da Serra dos Órgãos, que alberga nada más y nada menos que la mayor red de senderos del país, a través de ciudades como Guapimirim, Magé, Petrópolis y Teresópolis. Otros de sus principales atractivos son también el Dedo de Deus, parada de culto para los escaladores, y la Agulha do Diabo, una llamativa formación que se eleva por encima de los 2000 metros de altura y que está considerada entre las 15 mejores escaladas en roca del planeta.
Si ahondamos en el tema del Parque Nacional da Serra dos Órgãos y sus 200 kilómetros de caminos, uno de los ejemplos de travesía más singulares y llamativos con el que nos encontramos, uno por el que vale la pena viajar hasta Río de Janeiro, no es otro que la ruta que une Petrópolis con Teresópolis. Los 30 km. de subidas y bajadas por la parte alta de las montañas conectan dos de las ciudades de montaña más conocidas de Río de Janeiro. Un reto incluso para los más experimentados.
Río de Janeiro, la ciudad
¡Vuela! Dirige tus pasos a la rampa de la Pedra Bonita, considerada uno de los mejores puntos del mundo para vuelos de ala delta y parapente. Desde allí, desde el Parque Nacional de Tijuca, podrás empezar el día con energía y entretenimiento. Para ello, ponte ropa ligera y vive la aventura de surcar los cielos de Río de Janeiro mientras alucinas con la panorámica de las islas Cagarras, la favela de la Rocinha o la Pedra da Gávea, entre otros puntos increíbles de la segunda ciudad más poblada de Brasil.
Subir mola, pero bajar, también. Sobrevuelas, te sientes libre, y rematas la faena descendiendo y poniendo los pies en la Praia do Pepino, uno de los atractivos del barrio de São Conrado. Volar y nadar, ¡todo puede pasar en Río de Janeiro!
Como ves en estas líneas, nos gusta sorprender y trabajar otras miradas, porque todos los destinos tienen muchas caras que pueden ganarte. Como una buena porción de lo mejor del mundo está en Brasil, ya estás tardando en ir, ¡muévete! Gana en salud, gana en bienestar mientras viajas pero, recuerda: mejor con Iberia. Mejor a Río de Janeiro.
Zielonamapa.pl ; Hugo Pardo Kuklinski ; Gustavo L. Simianer Procat