Marruecos no solo es un país donde disfrutar de exóticas experiencias culturales y relacionadas con el ecoturismo, también ha sabido sacar partido en los últimos años a la belleza de su litoral y a sus costas ubicadas tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico. El país africano ofrece una gran variedad de playas para todos los gustos, ya sean salvajes, para el relax o acantilados para los más aventureros, y que cada son más populares para los españoles, franceses y europeos. ¿Quieres saber cuál es mi media docena favorita? Abróchate el cinturón, ¡que despegamos!
Costa Mediterránea
Alhucemas
Al pie de las montañas del Rif, y a unas cinco horas al este de Tánger, se trata de una de las ciudades más seguras de Marruecos. Colonia de España a principios del siglo XX, la influencia arquitectónica y cultura española es notable: son famosas sus casas azules y blancas y sus increíbles playas de arena dorada como Bades, Quemado, Tala Youssef o la Cala Iris. Quemado es quizá la más popular, una bonita y empinada cala con instalaciones modernas y abundantes comodidades. Es un destino muy agradable para pasar una o dos noches.
Saïdia
A otras tres horas al este de Alhucemas, en el extremo más oriental de la costa mediterránea de Maruecos, ‘la perla azul’ es una de las playas más largas del país, respaldada por un bosque de eucaliptos y ubicada en una moderna comunidad turística; destaca por su puerto deportivo con arquitectura típica marroquí aderezada con unos toques de modernidad. Está especialmente solicitada en verano. Además de nadar y tomar el sol, a los visitantes les encanta pasear en barca, practicar jetski y bucear en estas aguas de color turquesa. También es recomendable pasear por la casbah de Saïdia y visitar su fortaleza de adobe que se remonta al siglo XIX.
Tetuán
Mucho más cerca de Tánger, a tan solo una hora, la medina de Tetúan (declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO) data del siglo XIII y es parada obligada para los visitantes. Sus playas cercanas están consideradas entre las más bellas del Mediterráneo, incluyendo lujosos resorts y buenas opciones gastronómicas: Martil (arriba), Restinga Smir, Fnideq y, particularmente, Mdiq son las más destacadas de la zona. Esta última, Mdiq, tiene su aire de glamour porque es allí donde el rey marroquí Mohamed VI suele disfrutar de las vacaciones de verano.
Costa Atlántica
Agadir
Puede que sea el principal destino de playa en Marruecos, también una de las ciudades más importantes del país con cerca de medio millón de habitantes. La playa de Agadir es un arenal limpio y amplio que ofrece todas las comodidades para el visitante, y destaca por su tradición surfera, como otras playas que se ubican en sus alrededores y que llevan por nombre Aitswal, Bouyir, Taghazout y Tamaounza. Más allá de las propias playas, resulta fascinante recorrer este destino porque se trata de una ciudad reconstruida casi por completo tras un terremoto en 1960: son muy recomendables su museo de arte bereber y las excursiones que se realizan a los poblados bereberes en las montañas del Atlas.
Asilah
En el extremo noroeste del país, esta pequeña ciudad cuenta con una hermosa medina amurallada y encalada que data del siglo X; algo que combina a la perfección con su ambiente relajado y una vibrante escena cultural salpicada de festivales de música y artes, especialmente en verano. Es un precioso telón de fondo para disfrutar de buenas playas: hay tres en la ciudad y varias opciones menos concurridas no muy lejos, como Afriquia, Briech, Rmilate (también conocida como Paradise Beach, y un poco más difícil de encontrar) y Tahadart. Estas playas de fuera de la ciudad ofrecen menos comodidades, pero no resulta difícil comprar comida y bebidas en los cafés, las cabañas de la playa y a los vendedores ambulantes.
Essaouira
Entre Agadir y Asilah te toparás con esta ciudad mágica, a poco más de dos horas desde Marrakech, que fue fundada por portugueses. Gran parte de su medina, del siglo XVIII, también ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Hoy se erige como una mezcla cosmopolita y llena del glamour que le otorga esa elegancia bohemia tan característica, con amplias playas al sur de la ciudad: además de la principal de Essaouira, también es posible conocer otras menos concurridas como Diabat, Sidi Kaouki y Mouley Bouzertoune. Y más allá de las actividades habituales de la playa, se caracteriza por poder montar a caballo sobre la arena y por practicar deportes acuáticos impulsados por el viento, especialmente windsurf y kitesurf.
Imágenes | juanorihuela; Amine Taza; assia ouajdi; anass bachar; czekma13; holgs; kasto80