Aterrizas, destilando emoción y un cierto nerviosismo en el O’Hare de Chicago. Una de las ciudades con más renombre y encanto de la costa suroeste del lago Michigan -sita en el norteamericano estado de Illinois– te está esperando. Sabes que tu tiempo es oro. Esta escapada es muy exprés. Un par de días y se acabó la aventura chicagüense para despegar rumbo a otro destino. ¿Quieres comerte Chicago de un bocado pero no te quieres atragantar? ¡Toma nota entonces de esta planificación exprés! ¡No hace falta que sigas el orden, pero sí hace falta que los puntos y planes mencionados te los lleves puestos ???? en tu equipaje de experiencias de vuelta!
La Willis Tower.
Desde este rascacielos -que ostentó durante muchos años el título del edificio más alto del mundo- obtendrás una de las mejores panorámicas de la ciudad desde las alturas. Verás el impresionante Skydeck de Chicago y te sentirás por un momento dueño de sus calles. Los más atrevidos pueden asomarse a The Ledge, la cornisa con suelo de cristal que sobresale del edificio.
La Cloud Gate en el Millenium Park.
Mítico plan. Y no defrauda. The Cloud Gate, o The Bean, manera cariñosa con la que se conoce a la escultura que corona el Millenium Park, es una especie de haba gigante con espejo rodeada de altos edificios. Puedes colocarte debajo de ella e imaginarte un diminuto. O puedes jugar a buscar tu reflejo en ella. O puedes disfrutar de sus múltiples luces y destellos cuando cae la noche. Debes saber además que el Millenium Park es mucho más que un simple parque. Se trata de un proyecto arquitectónico y urbanístico en toda regla. Le han otorgado varios premios desde que en 2005 se inaugurara. Destaca como un gran espacio verde en la ciudad, con mucho ambiente y que consigue resaltar la importancia que en Chicago siempre se le ha dado al arte y a la arquitectura. Sencillamente, ¡sublime! Por cierto, cuenta con otros muchos puntos interesantes para ver: el puente BP, la fuente Crown Fountain, el pabellón Jay Pritzker, entre otros.
La Milla Magnífica. El Chicago Theater.
La Milla Magnífica (The Magnificent Mile) es el barrio comercial principal de Chicago. Además de la presencia de muchas tiendas, restaurantes y hoteles, cuenta con un buen elenco de edificios memorables y de puntos de interés como por ejemplo la Torre del Chicago Tribune, el 360 Chicago -otro mirador muy importante a tener en cuenta, antes llamado John Hancock Center- o el Chicago Theater. Y, a propósito del Chicago Theater: luces rojas, amarillas y blancas repartidas a lo largo de un inmenso cartel de 6 metros de longitud que reza CHICAGO y que nos concede uno de los emblemas chicagüenses por excelencia. Te llamará también la atención su arco con vidriera de Tiffany’s en la fachada. Este teatro, inaugurado en 1921 con el fin de proyectar películas mudas, es hoy un punto de referencia cultural en la ciudad del viento en donde poder disfrutar de espectáculos de todo tipo. En caso de no poder o querer asistir a ningún espectáculo, es interesante acerarse hasta allí igualmente y conocer bien su historia a través de la visita que puedes realizar en su interior.
El Art Institute de Chicago.
Una colección de arte permanente que reúne en distintas galerías un total de aproximadamente 300.000 obras que repasan la historia artística de todos los tiempos. Uno de los museos con más abolengo del mundo entero. Y, además, bajo una construcción arquitectónica acorde a esta magistral explosión de arte. Aunque la escapada a Chicago sea exprés, conocer este museo y visitar alguna de sus galerías, bien podría ser un must. ¡Por cierto! ¡Al salir del museo acércate hasta la señal que da el pistoletazo de salida de la legendaria Ruta 66!
El Chicago Cultural Center.
Bienvenidos a la que fuera la primera biblioteca de Chicago. Adéntrate en su historia e, importante, ¡sube sus escaleras! Llegarás al Preston Bradley Hall y te sentirás presidente o rey por un día. ¿Sabes por qué? Porque en este punto es donde el alcalde de Chicago recibe a personalidades del mundo entero. Y, por cierto, una vez allí, presta atención a su increíble cúpula de mosaicos de Tiffany’s.
Crucero por el río Chicago.
Recorrer la ciudad en crucero es perfecto para poder ver todos los edificios principales de la ciudad sin mucho esfuerzo. Además, te llevarás una perspectiva diferente y especial de la ciudad. En su defecto, te aconsejamos que te des al menos un paseo por la orilla. Percibirás un encanto especial en esta zona de Chicago.
El Navy Pier.
El famoso muelle, antaño uno de los más grandes del mundo, ofrece en la actualidad uno de los planes de ocio más recomendables. Aquí te encontrarás con bares, terrazas, restaurantes, atracciones – ¿a quién no “le suena” su icónica noria? -, comercios, buenas vistas y hasta un museo para niños.
¡Qué ganas de ir a Chicago! ¿No? ¡Aunque sea en una escapada muy exprés!
Foto | Adam Courtemanche