Las personas mayores también vuelan y también pueden tener miedo. En muchas ocasiones porque es la primera vez que vuelan y no saben muy bien qué es lo que van a sentir ni a vivir. Posiblemente estén muy emocionados por la experiencia, pero también puede que se sientan asustados, por eso aquí os damos algunas recomendaciones.
En esta ocasión no os aconsejamos que practiquéis con ellos ejercicios de respiración o relajación profunda, puesto que si no están habituados puede bajarles demasiado la tensión y sentirse mareados. Lo que debemos hacer desde un primer momento es acompañarles en toda la preparación del viaje e irles explicando aquellas cosas que pasarán una vez lleguen al aeropuerto. Es recomendamenble que sepan de antemano qué pasos tendrán que seguir y los tiempos de espera para que no todo sea desconocido y así rebajar en gran medida la ansiedad. Paso a paso y de una manera natural les contaremos lo que pasará: recoger la tarjeta de embarque, pasar el control, buscar su puerta, tener su documentación a mano, etc.
Una vez en el avión estaremos atentos a lo que nos demanden. Les preguntaremos cómo se encuentran y si necesitan algo. En caso de notarles nerviosos les explicaremos las cosas curiosas que hay en el avión y lo bonito que será el vuelo. Si el nerviosismo es mayor deberemos tener preparadas algunas estrategias de distracción que puedan realizar en el avión. Alguna actividad conocida para ellos que les agrade y entretenga.
Una vez que el avión haya despegado observaremos cómo se encuentra e intentaremos que disfrute de las vistas y de la nueva experiencia que está viviendo.
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