Siempre que visito Madrid, tengo la buena costumbre de parar al menos una vez en el centro histórico de la ciudad para comer o tomar una copa, una zona que también se conoce como El Madrid de los Austrias. La Plaza Mayor, empedrada e imponente, conforma uno de los puntos más conocidos de Madrid y resulta obligado disfrutar de su belleza durante tu paso por la capital de España.
La Plaza Mayor destaca por su vida a cualquier hora del día y en cualquier día del año: sus galerías laterales están repletas de bares, restaurantes y un buen puñado de tiendas, siempre bajo la atenta mirada de la estatua ecuestre del rey Felipe III, diseñada por el artista italiano Giambologna en el siglo XVII. Este ambiente tan especial trasfiere un toque idílico al lugar, especialmente a final de año, cuando acoge la celebración del famoso Mercado de Navidad y se convierte en un hervidero de gente.
La plaza, como tal, fue diseñada en su mayor parte por Juan Gómez de Mora. Su construcción comenzó en 1617 y duró dos años, bajo el mando del rey Felipe II, que había trasladado décadas antes la capital del reino desde Valladolid a Madrid; sí, fue él quien gobernó durante lo que se conoce La Edad de Oro de España. Durante siglos, este ilustre espacio fue testigo y anfitrión de todo tipo de actividades: desde mercados a corridas de toros, pasando por oscuras ejecuciones públicas.
Para llegar a la Plaza Mayor podemos usar cualquiera de las diez entradas que ofrecen las calles circundantes, pero, quizá, la más llamativa es la que incluye el precioso Arco de los Cuchilleros (abajo) y que se abre paso desde la propia calle Cuchilleros (también, dicho sea de paso, una calle con multitud de restaurantes donde disfrutar de la gastronomía española).
El edificio más llamativo es la famosa Casa de la Panadería, construida en 1590 y que funcionó en sus primeros años como panadería, de ahí su nombre; en la actualidad acoge un Centro de Información Turística que abre los 365 días del año. Los frescos de su fachada representan figuras mitológicas asociadas con la historia de Madrid, como la diosa Cibeles. En el lado sur se encuentra también la Casa de la Carnicería, que durante años acogió oficinas municipales y que albergará un nuevo hotel de lujo a partir de 2019. Además, durante este año se han ido renovando las arcadas que rodean la plaza, las fachadas de ladrillo rojo y sus típicos tejados de pizarra, por lo que en estos momentos presenta un aspecto inmejorable. ¡Te encantará!
Para más información sobre la Plaza Mayor y su programa de eventos, puedes visitar la Página Oficial de Turismo de Madrid.
Imágenes: Maylat; Scirocco340; José Ignacio Soto y Marc/Flickr | Max Pesling