Sí, amigos, El Bel Paese representa una fuente inagotable de destinos y experiencias de primer nivel. Historia y cultura que se remontan milenios atrás; una gastronomía incomparable; una moda de vanguardia reconocida a nivel internacional; y, por supuesto, unas playas increíbles, montañas espectaculares y lagos de ensueño. Desde Iberia nos complace decir que Italia es uno de nuestros destinos mejor cubiertos, con cinco puertas de enlace principales que, además de ser increíbles destinos por derecho propio, sirven como excelentes puntos de partida para visitar otros tantos. Aquí tienes un resumen de los destinos de Iberia en Italia. ¡A disfrutar se ha dicho!
Florencia
La gloria del Renacimiento italiano, capital de la Toscana, nunca ha dejado de estar en ebullición. En Florencia todo gira en torno a su casco histórico alrededor de la Piazza del Duomo, enclave con tres edificios que representan la apoteosis arquitectónica del siglo XV. Destaca especialmente la Catedral de Santa Maria dei Fiori, famosa por su cúpula roja con nervaduras y una sublime estructura en mármol; merece la pena subir los 463 escalones hasta la cima para contemplar el paisaje urbano en todo su esplendor a más de cien metros de altura. El campanario de Giotto y el Baptisterio de San Juan son los otros dos monumentos que dan empaque a la principal plaza de Florencia.
A poca distancia de la plaza principal se encuentra otra no menos fascinante, la Piazza della Signoria, sede del poder político desde la Edad Media. Allí disfrutarás del icónico Palazzo Vecchio, de ladrillo rojo, y también de la Galería Uffizi, uno de los museos de arte más importantes del mundo; entre sus cientos de obras, se encuentran las de muchos de los principales artistas del Renacimiento.
Florencia es tan bellissima que, en el siglo XIX, dio lugar al famoso síndrome de Stendhal. Se trata de una condición psicosomática que implica palpitaciones, confusión, desmayos o alucinaciones provocada, según se dice, por la exposición a obras de arte de especial belleza y antigüedad. ¡Visítalo bajo tu propio riesgo! 😉
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Milán
Esta potencia económica del norte de Italia es, por derecho propio, también la capital comercial del país, donde se llevan a cabo gran parte de los negocios y las finanzas nacionales. Uno de los emblemas de Milán es la industria de la moda, referente internacional gracias a las últimas tendencias y a los desfiles de cada temporada. Porque Milán desprende glamour por los cuatro costados.
Es algo que podrás comprobar en los propios vecinos, vestidos normalmente de punta en blanco mientras pasean por la céntrica Galería Vittorio Emmanuele y el Quadrilatero d’Oro que representan las calles Via Sant’Andrea, Via della Spiga, Via Montenapoleone y Via Manzoni. Son avenidas dedicadas a las estrellas de la alta costura, con presencia de las mejores marcas de moda italianas e internacionales.
Y, aunque no seas un amante declarado de la moda y las tendencias, en esta gran ciudad encontrarás cientos de motivos para disfrutar. Desde magníficos restaurantes (algunos, incluidos en la lista de los mejores de Italia) hasta monumentos icónicos y obras de arte que no debes dejar pasar. Encabeza la lista su espectacular catedral (Duomo), la catedral gótica más grande del mundo, que empezó a construirse en el siglo XIV. Muy recomendable la visita a la parte superior, con imponentes esculturas, arcos y una increíble panorámica de la plaza y las calles circundantes en constante movimiento. Hay ascensor para subir hasta las alturas, tranquilo.
Pero hay más lugares imprescindibles en Milán. La Pinacoteca di Brera, uno de los museos más importantes de Italia, que acoge obras de maestros italianos y europeos. La iglesia de Santa Maria delle Grazie, cuyo refectorio alberga la famosa Última Cena, de Leonardo da Vinci. El teatro La Scala, principal templo de ópera en el mundo. El Castillo de los Sforza, del siglo XIV, ciudadela de la dinastía que gobernó la ciudad durante muchos años y, hoy en día, reconvertido en un enclave que acoge diferentes museos de interés. Y, claro está, otros barrios con muy buen ambiente y cierto toque hipster como Brera y Navigli, atravesados por canales.
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Roma
Caótica por momentos, pero siempre fascinante. Roma es conocida como la Città Eterna (ciudad eterna), por una intrahistoria que se remonta a casi 3.000 años y porque, por mucho que vuelvas, siempre tendrás nuevos rincones para descubrir y nuevas experiencias para saborear. Por algo es de las ciudades más visitadas del mundo y uno de los principales destinos de Iberia en Italia.
Por un lado, está la Roma clásica, con el imponente Coliseo y el cercano Foro Romano. Con las imponentes Termas de Caracalla. Con su indescriptible Panteón, una maravilla para los sentidos. Y, por supuesto, con el célebre Museo Capitolino, que alberga una ingente riqueza de tesoros arqueológicos y artísticos desde la antigüedad.
Por otro, también está la Roma barroca y renacentista, con lugares destacados como la Piazza Navona. La Fontana di Trevi, a un tiro de moneda. La Villa Borghese, con una suntuosa colección de arte. La Plaza de España. El Castillo de Sant’Angelo, un híbrido de arquitectura entre clásica y renacentista que comenzó como una tumba imperial, pero que terminó como una prisión papal y como fortaleza. Y, claro está, el Vaticano, con el fabuloso interior de la Basílica de San Pedro y el éxtasis artístico de los Museos Vaticanos, incluyendo la legendaria Capilla Sixtina.
Y, entre ambos, también hace acto de presencia lo medieval. ¿Dónde? A lo largo de las calles adoquinadas del romántico Trastevere. No importa en qué época viajes, ¡todo es meraviglioso!
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Turín
Cerca de Francia y al pie de los Alpes, la capital de la región de Piamonte es hermosa, atractiva y puede presumir de un importante número de lugares de interés a orillas del río Po. Una ciudad que no llega al millón de habitantes y que, por sorprendente que parezca, permanece lejos de la masificación turística.
Turín es conocida especialmente por su fina arquitectura, con especial presencia de los estilos barroco, renacentista, neoclásico y Art Nouveau (allí llamado Libertad), sin olvidarnos de los elegantes edificios contemporáneos que salpican la ciudad. Ha sido una potencia industrial desde la posguerra, sede de iconos italianos como Fiat o el club de fútbol Juventus.
El corazón de Turín se encuentra en la Piazza Castello, sede del Palacio Real, del siglo XVI, y del Palazzo Madama. Justo detrás se encuentra la catedral gótica, donde una capilla barroca acoge la Sábana Santa de Turín, un lienzo que, según se dice, tiene la imagen original de Jesucristo. Aunque el consenso de los expertos es que la tela fue confeccionada durante la Edad Media, no ha disuadido a muchos fieles, creyentes y curiosos de asistir a la capilla, que suele estar muy concurrida. No muy lejos se encuentran los Jardines Reales. A nivel de museos, son especialmente interesantes el Museo Nacional del Cine, el Museo Egipcio (el segundo más importante del mundo más allá de El Cairo) y el Museo Nacional del Risorgimento, el período de la unificación de Italia.
Turín es igualmente conocida por sus cafés, como el Al Bicerin, del siglo XVIII, donde personas como el legendario autor francés Alexandre Dumas vinieron a tomar su famoso bicerin: café con chocolate y nata batida. O también el Caffè Platti o el San Carlo, donde verás algunos recuerdos históricos del Risorgimento.
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Venecia
Puede que no haya un lugar más icónico y cinematográfico en Italia que La Serenissima. De una belleza que no se puede explicar, tiene que contemplarse sobre el terreno. El centro histórico de Venecia fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO gracias a sus canales, su peculiar arquitectura gótica veneciana y unas tradiciones que han traspasado fronteras hasta convertirse en emblemas internacionales, como el Carnaval. Es uno de los destinos de Iberia en Italia más concurridos.
Su foro más emblemático es la Piazza San Marco, sede de la imponente Basílica de San Marcos (data del siglo XI) y del místico Palacio Ducal, con sus bandadas de palomas y sus cafés; que, aunque quizá parezcan caros, sentarse allí para empaparse de la atmósfera mágica que envuelve la plaza se torna en imprescindible.
De los canales previamente mencionados, el Canale Grande es el de mayor tamaño (casi cuatro kilómetros de largo y un rango de 30 a 90 metros de ancho) y también el más importante. Se encuentra bordeado por grandiosos palacios y otros edificios de singular belleza, como la Basílica de Santa Maria della Salute. Los puentes de Venecia son parte única de su atractivo, sobre todo el más antiguo, que data de 1173 y se construyó en su forma actual en 1591. Conectando los distritos de San Marco y San Polo, el Ponte Rialto se ha convertido en la viva imagen de Venecia gracias a su silueta: dos secciones cubiertas y en rampa conectadas por un pórtico central. Sus aledaños están repletos de pequeñas tiendas de todo tipo de recuerdos, desde joyas hasta productos de alta gama orientados al turismo.
La mejor opción de descubrir Venecia es tomar un vaporetto, autobús acuático, para explorar varias de las islas más pequeñas en la laguna de Venecia, incluido Lido, que durante mucho tiempo ha sido un balneario y balneario, con una ciudad, un pueblo, una gran cantidad de Liberty (lo que los italianos llaman Arquitectura Art Nouveau), grandes hoteles (muchos menos caros que la mayoría en el centro histórico, por cierto), muchos buenos restaurantes y kilómetros de playas (¡incluso con dunas!); también es famoso por albergar el Festival Internacional de Cine de Venecia en septiembre. Los lugares más relajados para explorar aquí incluyen Burano, Murano y Torcello. Burano es conocido por sus encajes y sus casas pintadas de colores; Murano por su colorido vidrio soplado artesanalmente; y Torcello, la impresionante Catedral de Santa Maria dell’Assunto del siglo VII, con fabulosos mosaicos bizantinos, y el Ponte del Diavolo (Puente del Diablo) del siglo XV, muy típico de la Venecia tradicional, sin barandillas laterales.
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Mamma mia, ¡tantos destinos de Iberia en Italia para elegir! ¿En cuál de todas estas ciudades disfrutarás de tus próximas vacaciones?
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