Soy Olga Balugo Andrade, jefe de servicio en el aeropuerto Rosalía de Castro-Santiago de Compostela.
Empecé mi andadura en Iberia en 1982 y desde entonces he tenido la ocasión de desarrollar mi trabajo en las distintas áreas que forman la operativa del aeropuerto, lost and found, checkin, coordinación, hojas de carga y chaquetas rojas. Desde entonces, las cosas han cambiado mucho, pero la magia de ver despegar cada día “nuestros aviones” sigue intacta.
Me gustaría aprovechar esta oportunidad para invitaros a visitar Santiago de Compostela, ciudad a la que me trasladé cuando comencé a trabajar. Compostela forma parte del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1985. Hoy es una ciudad moderna y abierta al mundo, que cada año recibe a miles de peregrinos de todos los continentes.
Estos son mis imprescindibles en Compostela:
Empezar el día en el Café-Jardín del Hotel Costa Vella. Sus magnolios, manzanos y limoneros alrededor de una fuente le hacen el lugar ideal para un desayuno o un café al atardecer.
Las mejores vistas: Desde ahí se abre un portalón que nos lleva al kilómetro 0 del Camino de Santiago, a la Plaza del Obradoiro. Nada como disfrutar de la belleza de esa plaza enmarcada por el Pazo de Raxoi (ayuntamiento de la ciudad), los Hostal de los Reyes Católicos (Parador Nacional), el Pazo de San Xerome (sede del Rectorado de la Universidad) y como no, la propia Catedral.
Un paseo: Callejear por el casco histórico admirando todas las plazas que rodean a la Catedral -Quintana, Platerías, Rúa del Villar y del Franco- y caminar por los tejados de la propia Catedral en una visita guiada es de obligado cumplimiento para todos los que visiten Santiago.
Delicatessen: A mediodía, no hay nada mejor que un paseo por la Plaza de Abastos, recorrer los puestos para ver el mejor pescado y marisco de nuestras Rías, las hortalizas recién recogidas y, claro, degustar todos estos manjares. Mi recomendación es Abastos 2.0, en la Nave número 5 del mercado; es una taberna gallega en la que cada día se cocinan los productos frescos del día, incluido, por supuesto, el típico Pulpo a Feira.
Un museo: Merece la pena visitar El Museo do Pobo Galego, en el convento de Santo Domingo de Bonaval, donde también se encuentra el Panteón de Gallegos Ilustres. Es un lugar magnífico para visitas en familia por las actividades que el propio museo realiza.
Si vas con familia: Ya al atardecer, y para terminar el día, recorrer el parque de la Alameda, que bordea una parte de la zona histórica entre una gran variedad de árboles. Un paseo que disfrutarán los más pequeños de la casa, y los no tan pequeños. Además, desde el Paseo de la Herradura tendremos una de las vistas más espectaculares de la Catedral.
No te puedes perder: Santiago no es solo historia; en los últimos años la ciudad ha experimentado una gran transformación, y prueba de ello es la Ciudad de la Cultura, un complejo arquitectónico vanguardista del arquitecto Peter Eisenman, situado en el Monte Gaias, desde donde podemos tener otra estupenda perspectiva de Compostela.
