Efecto Coriolis: la fuerza de rotación de la Tierra que afecta a la duración de los vuelos

22/02/2023

Hagamos una prueba sencilla: busca un vuelo de ida y vuelta, directo, de Madrid a Nueva York. Fíjate en la duración de la ida y en la del regreso. En condiciones normales, el vuelo Madrid-Nueva York lleva en torno a las ocho horas y media. El de Nueva York-Madrid, poco más de siete horas. ¿Cómo puede darse esa diferencia, si en teoría estamos realizando el mismo trayecto? Esto se explica conociendo el efecto Coriolis.

 

¿Qué es el efecto Coriolis?

El efecto Coriolis es un efecto generado por la rotación de la Tierra. Se llama así porque lo descubrió un científico francés, Gaspard-Gustave Coriolis. Y describe un fenómeno bastante curioso. Imaginemos un disco en rotación constante, es decir, a la misma velocidad siempre. Si quisiéramos lanzar una pelota desde el centro del disco hacia un punto concreto del extremo del mismo, la trayectoria de la misma, que es recta, visualmente describiría una curva en dirección opuesta hacia la que se mueve el disco.

Es decir, el efecto Coriolis es la desviación de la trayectoria de un objeto que se mueve en línea recta cuando está dentro de otro objeto en rotación.

Pues bien, lo mismo sucede con la Tierra. Nuestro planeta gira sobre sí mismo a una velocidad constante y de oeste a este. Si pudiéramos lanzar una pelota desde el Polo Norte hasta el Ecuador en línea recta, la pelota se desviaría hacia la derecha desde el punto en el que la hemos lanzado. Esto ocurre debido al movimiento de rotación. En consecuencia, los vientos en el hemisferio norte siempre se desviarán hacia la «derecha». 

En el hemisferio sur ocurre exactamente al contrario: si pudiéramos lanzar esa pelota desde le Polo Sur hacia el Ecuador, visto desde el punto de lanzamiento, la pelota, al moverse mientras la Tierra se está moviendo, describiría una trayectoria visualmente curva que se desplazaría hacia la «izquierda». Para poder ver cómo aplica este efecto Coriolis en la vida real, este vídeo de un experimento con agua es muy revelador.

 

¿Sopla igual el viento en todas partes?

Aquí tendríamos que meternos ya en asuntos de meteorología, pero para responder rápidamente, no: no se mueven ni son igual de fuertes en la superficie terrestre que, por ejemplo, a la altura a la que suelen volar los aviones.

A ras de suelo, el viento sopla más suave que en altura, pero su dirección es más impredecible: la orografía del terreno, los efectos del rozamiento y hasta cuestiones como las edificaciones hacen que su comportamiento no sea siempre el mismo.

En sentido contrario, cuando volamos, el viento es más fuerte, pero siempre suele soplar en la misma dirección: de oeste a este. Si estamos en el hemisferio norte, el viento se moverá principalmente hacia la «derecha». Si estamos en el sur, hacia la «izquierda».

 

¿Afecta igual el efecto Coriolis a cualquier punto del globo?

El efecto Coriolis es uno de los principales factores que incide en los patrones de circulación atmosférica en la Tierra. Por tanto, los meteorólogos lo tienen muy en cuenta. Pero también los pilotos.

Cuando un piloto cubre un trayecto del punto A al B, debe saber que, si cambia de hemisferio, también lo hará la dirección del viento. Y que el efecto Coriolis es mayor cuanto más nos acercamos a los polos, y nulo en el ecuador.

Bien, tenemos entonces un hemisferio norte en el que, en las alturas, el viento sopla principalmente hacia la derecha, de oeste a este. Pensemos en el ejemplo que pusimos al principio del artículo. El trayecto Madrid-Nueva York es de este a oeste, y el trayecto Nueva York-Madrid, de oeste a este. Es decir, en el vuelo de regreso, lo habitual es que la dirección del viento acorte la trayectoria.

Si en nuestro buscador de vuelos introducimos el trayecto Madrid-Buenos Aires, veremos que, aunque sí hay una diferencia entre el viaje de ida y el de regreso, esta es mucho menor que la del primer ejemplo. En el trayecto de vuelta, la parte en que se atraviesa el hemisferio sur el viento sopla al revés, y al traspasar el ecuador sopla a favor.

 

Los jetstreams o corrientes de chorro

En las capas altas de la atmósfera se forman grandes corrientes de aire llamadas corrientes de chorro, y que están relacionadas con la diferencia de temperatura que se da entre distintas masas de aire. Se considera corriente de chorro a partir de una velocidad de 60 nudos, lo que vienen a ser 112 kilómetros por hora. Es decir, si el vuelo tiene a su favor esa corriente de chorro, va a adelantar su llegada (y viceversa).

 

Un ejemplo muy visual del efecto Coriolis

Seguro que te han explicado más de una vez este curioso efecto con el agua. Ponle el tapón al lavabo y abre el grifo. Con que lo llenes en una tercera parte es más que suficiente. Quita el tapón y fíjate en qué dirección surge el remolino de agua. Si vives en el hemisferio norte, se moverá hacia la derecha; si en el sur, hacia la izquierda. Eso también es el efecto Coriolis.

 

Imagen | JJFarquitectos

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