El miedo a volar es una fobia común que afecta a personas de todas las edades, incluyendo a los niños. Aunque los niños pueden experimentar el miedo a volar de manera diferente a los adultos, igualmente afecta a la capacidad de la familia para viajar juntos. En el artículo de hoy, te explicaré cómo se manifiesta el miedo a volar en los niños y cómo los padres pueden ayudar a sus hijos a superar este miedo.
¿Por qué los niños tienen miedo a volar?
Los niños pueden tener miedo a volar por varias razones. Como ocurre en los adultos, no existe una única explicación. Para algunos niños, el miedo a volar puede ser una extensión del miedo a los espacios cerrados o a la altura. Otros niños pueden haber experimentado una experiencia traumática anterior en un vuelo, lo que puede provocar ansiedad y miedo. Además, los niños pueden sentirse incómodos y asustados por los ruidos fuertes, las turbulencias y la falta de control que pueden experimentar durante un vuelo.
Es importante recordar que los niños dependen de sus padres para sentirse seguros, por lo que pueden aprender que los aviones son peligrosos si alguno de sus padres manifiesta miedo a volar.
Cómo se expresa el miedo a volar en los niños.
El miedo a volar en los niños puede manifestarse de diferentes maneras.
Algunos niños pueden tener problemas para dormir antes de un vuelo, lo cual incluye en muchas ocasiones pesadillas sobre el vuelo. Los niños también pueden mostrar ansiedad, llorar o tener ataques de pánico antes o durante un vuelo. Además, algunos niños pueden tener miedo a estar separados de sus padres o cuidadores durante un vuelo y expresar una alta irritabilidad.
Cómo pueden los padres ayudar a sus hijos a superar el miedo a volar.
Hay varias cosas que los padres pueden hacer para ayudar a sus hijos a superar o aliviar el miedo a volar.
En primer lugar, los padres deben hablar con sus hijos sobre el vuelo y lo que pueden esperar de él. Es importante ser honesto con los niños y explicarles que puede haber ruidos y turbulencias, haciendo hincapié en que son completamente normales durante un vuelo. También es útil preparar a los niños para el vuelo hablando sobre cómo se sentirán y cómo pueden manejar las distintas emociones que experimentes..
Además, lo ideal es que los padres brinden apoyo emocional a sus hijos durante el vuelo. Lo que implica estar tranquilos y seguros durante el vuelo, y ser capaces de transmitir esa tranquilidad a sus hijos.
Algunos vuelos pueden resultar muy largos para la paciencia de los niños por lo que es útil llevar juguetes, libros o juegos para mantenerlos entretenidos y distraídos.
Finalmente, si el miedo persiste en el tiempo es importante considerar la posibilidad de buscar ayuda profesional. Un profesional de la salud mental puede trabajar con el niño para identificar la causa subyacente de su miedo y abordar el problema para que pueda volar sintiéndose más seguro.
Con la ayuda adecuada, los niños pueden sentirse más cómodos y disfrutar de los viajes en familia sin preocupaciones.
¡Feliz vuelo!
David Lanzas
Psicólogo sanitario especializado en ansiedad y trauma
Fundador de Instituto Lanzas | @Psicolanzas
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