Uno de los ejercicios que podemos realizar en casa para superar nuestra fobia a volar consiste en entrenarnos en el manejo de la ansiedad. Aunque se trata de una técnica diseñada expresamente para tratar la ansiedad generalizada, esto es, aquélla que deriva de una preocupación excesiva y no realista por una amplia gama de acontecimientos o actividades, puede sernos muy útil para aprender a reconocer las sensaciones típicas de la ansiedad y así poder reaccionar rápidamente a ella.
El procedimiento es muy sencillo:
- Ante todo, nos relajamos mediante la técnica de relajación progresiva o alguna de las técnicas de control de la respiración.
- A continuación, intentamos generarnos ansiedad a nosotros mismos, ya sea recordando situaciones del pasado que nos provocaron ese estado o imaginando con todo lujo de detalles diversas situaciones desagradables. Nuestra fobia a volar puede proporcionarnos mucho material, pero no tenemos por qué limitarnos a ella, pues vale todo aquello susceptible de ponernos nerviosos, desde el objeto de otra fobia a una dura entrevista de trabajo en la que nos jugamos mucho o hacer el ridículo delante de alguien que consideremos importante.
- Cuando lo hayamos conseguido, debemos fijarnos bien en qué es lo que sentimos, analizando cada detalle e incluso intentando ponerle un nombre, de modo que la próxima vez que experimentemos algo parecido seamos capaces de reconocerlo enseguida.
- Finalmente, volvemos a relajarnos con el mismo procedimiento de antes.
Además de las ventajas señaladas más arriba, repetir este ejercicio varias veces nos servirá para familiarizarnos con la ansiedad, ahuyentando cualquier temor que podamos albergar acerca de las consecuencias de sus síntomas, y además para ganar habilidad y soltura a la hora de relajarnos.
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