¿Y qué comen en Japón para Navidad y Año Nuevo?

22/12/2016

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por Terri Marshall y Marian Goldberg

Comer y beber son dos pilares fundamentales de cualquier buena fiesta que se precie, y en Japón, claro está, no iba a ser excepción. Los ingredientes frescos de cada temporada, su elaboración meticulosa y la estética visual –color, equilibro, diseño- de la cocina tradicional japonesa evocan miles de años cargados de tradición, historias legendarias y un simbolismo sin parangón. Eso sí, no es sólo su comida tradicional lo que hace que este país destaque gastronómicamente hablando: los japoneses son expertos en seleccionar alimentos y tradiciones culinarias de otros países para mejorarlas, para elevarlas a la enésima potencia.

Sin duda, Tokio se lleva la palma en esta cuestión, pues aquí podrás encontrar cualquier tipo de comida que desees y, seguro, una versión mejorada de tus platos favoritos; no es casualidad, por tanto, que esta ciudad albergue orgullosa el mayor número de restaurantes con Estrellas Michelín de todo el mundo: ¡más que París y Nueva York juntos! Y es que el abanico es amplio: cualquier tipo de comida regional japonesa, gastronomía francesa, china, rusa, mexicana, Thai, espectaculares steak houses y cualquier opción que puedas llegar a imaginar. No en vano, fue en Tokio donde tuve la suerte de saborear una de las mejores cenas italianas de mi vida, gracias a productos increíblemente frescos, a una atención sumamente esmerada y a los propios chefs, que se habían formado en Italia.

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Bon Appétit y Meri Kurisumasu!

Con tal cantidad de posibilidades, seguro que piensas que en Tokio se celebra la Navidad con una cena de gala, pero nada más lejos de la realidad: la víspera de Navidad, por ejemplo, resulta común encontrar a familias haciendo cola para comprar… ¡un cubo de pollo frito en el Kentucky Fried Chicken! Aprovechando la escasez de pavo en Japón, situación que obligó a los visitantes a buscar pollo frito como alternativa para la cena de Navidad, KFC lanzó una brillante campaña publicitaria en la década de los 70: como resultado, “Saunders Claus” toma vida cada mes de diciembre y el pollo de KFC está tan demandado que la gente empieza a hacer sus pedidos en octubre. Y eso no es todo: incluso ofrece champán y un pastel también para llevar junto con el pollo. El resultado salta a la vista: Japón prepara el pollo frito mejor que Estados Unidos.

Si vas en pareja y tu idea de una cena romántica de Navidad no incluye un cubo de pollo frito, tampoco te preocupes, porque hay excelentes restaurantes en Tokio que ofrecen comidas navideñas en las que sirven desde sofisticados platos franceses hasta un buffet al estilo americano con roast beef, jamón y pavo trinchado.

A pesar de que la Navidad no es una fiesta nacional en Japón (menos del tres por ciento de sus habitantes son cristianos), ésta se celebra efusivamente con los típicos gorros de Santa Claus, con muñecos de nieve inflables, con regalos y con hermosas luces que decoran la ciudad de norte a sur; siempre ha sido considerada como una muestra de la cultura occidental más que como una celebración religiosa.

Y, como ocurre en todas las buenas fiestas, el postre nunca debe faltar: es el caso del kurisumasu kēki (pastel japonés de Navidad). Hablamos de un bizcocho recubierto por una buena cantidad de crema pastelera blanca y adornado con una corona de fresas, simbolizando los colores de la bandera nacional. Este pastel navideño comenzó a hacerse popular tras la II Guerra Mundial, cuando los japoneses abrazaron los ideales de las fiestas americanas como símbolo de prosperidad, incluyendo Santa Claus, la decoración navideña y los pasteles de crema y azúcar.

Este bizcocho ha estado presente en Japón desde el siglo XVII, pero sus ingredientes principales (azúcar, leche y mantequilla) estaban entonces disponibles sólo para los ricos; con la reconstrucción de la economía japonesa, fueron cada vez más fáciles de conseguir, hasta el punto de que el kurisumasu kēki acabó convirtiéndose en un verdadero símbolo de prosperidad. Y, aunque no lo creas, es un pastel que ya has visto: ¡es uno de los emojis de tu smartphone!

¿Y qué mejor forma de acompañar este bizcocho que con un buen café? Para eso tenemos la creciente cultura cafetera en Tokio. El experto gastronómico Eiichi Kunitomo considera que el lugar apropiado para el café está sobre una buena mesa. Kunitomo abrió en 2011 la famosa cafetería Omotesando Koffee y, a pesar de que el establecimiento cerró, ha estado contribuyendo desde entonces a desarrollar la escena cafetera de la ciudad con la apertura del Toranomon Kofee en Toranomon Hills (el rascacielos más alto de la capital) y del Koffee Mameya en el exclusivo barrio de Setagaya. Llevando el café a un nivel desconocido hasta ahora, los baristas entrenados por Kunitomo ejercen de sommeliers para combinar las preferencias del cliente con mezclas y tuestes inmejorables.

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Bebidas y aperitivos japoneses de Año Nuevo

La festividad de Año Nuevo, sin embargo, siempre se ha considerado como la mayor celebración de Japón; tanto, que cuenta con numerosas tradiciones que se han mantenido a lo largo de siglos, como la costumbre de comer osechi ryori (imagen principal). Está concebida como la comida más importante del año, y se basa en una interesante variedad de platos llenos de color, a menudo colocados todos juntos en unas cajas llamadas jubako. Como curiosidad, para que las familias no tengan que cocinar este día tan señalado, los osechi ryori se preparan con antelación; es más, incluso es fácil encontrar cajas precocinadas en cualquier tipo de comercio, desde pequeñas tiendas de barrio hasta exclusivos centros comerciales y restaurantes. Sus colores y sabores destacan por el simbolismo que representan, y se cree que aquellos que las consumen tendrán un año repleto de salud y prosperidad.

Otra especialidad típica de Año Nuevo es el ozoni, una sopa que contiene mochi, arroz hervido de textura pegajosa que se tritura y se presenta en una especie de bola de masa blanca. Este plato se saborea el primer día del año con la esperanza de que todo vaya bien durante los doce meses siguientes.

Y, si hablamos de bebidas en la fiesta de Año Nuevo, es obligatorio hacer referencia al o-toso (arriba), un sake caliente en el que se mezclan hierbas y especies que han estado infusionando durante varias horas; entre otras, destacan la canela, el ruibarbo y la pimienta sansho (típica de Japón). Se cree que, si lo primero que haces en el año es beber o-toso junto con tus seres queridos, evitarás enfermedades durante los meses siguientes y tu hogar se llenará de paz.

Así que, si visitas Tokio u otras grandes ciudades japonesas durante las Navidades, puedes estar seguro de que comerás divinamente. Esto fue lo que escribió Anthony Burdan en su blog: “Si tuviera que comer sólo en una ciudad durante el resto de mi vida, ésa sería Tokio”. Entonces… ¿qué mejor lugar para dar la bienvenida al nuevo año?

Imágenes | sixgimic/Flickrrumpleteaser/Flickrmidorisyu.


Terri Marshall es una periodista independiente y especializada en viajes domésticos e internacionales; pone un énfasis especial en lo referente a experiencias culturales, aventuras, viajes familiares y gastronomía. Es Globetrotting Grandmom en la web Travelingmom.com.
Por su parte, Marian Goldberg es una periodista de viajes y una especialista en marketing con gran experiencia en todo lo que tiene que ver con Japón. Se encarga de planear viajes de valor para todo tipo los bolsillos.