Ayer, 25 de abril, estrenamos la ruta directa Madrid-San Francisco y queremos hacerte partícipe de la magia que guarda este increíble destino. San Francisco es una de las ciudades más vibrantes de Estados Unidos, conocida mundialmente por el puente Golden Gate y la prisión de Alcatraz, pero son muchos más los atractivos que esperan a los visitantes de esta joya californiana: un paseo por distintas culturas, deportes de altura y aventuras gastronómicas de proximidad. ¿Nos acompañas?
Viajar a diferentes países dentro de una misma ciudad
San Francisco no es una ciudad americana convencional, aunque lo pueda parecer por el aspecto de su downtown. Uno de sus puntos fuertes es la cantidad de nacionalidades y culturas que conviven., y eso se refleja en la multitud de barrios de inmigrantes que hay en la ciudad.
Es posible trasladarse a China con solo cruzar el arco que da entrada a Chinatown. Los detalles de los edificios de estilo tradicional chino contrastan con los grafitis de dragones que hay en algunas calles, y es común ver gente jugando a juegos de mesa o practicando taichi en los parques del barrio.
Siguiendo en el continente asiático, otra parte menos conocida de la ciudad es Japantown, un barrio lleno de tiendas de productos japoneses, incluidos los más frikis. Tampoco faltan los bares con karaokes ni los fotomatones con todo tipo de máscaras para sacar fotos divertidísimas. ¿Y qué decir de la comida? El sushi y ramen más auténticos de la ciudad están en Japantown. Para encontrar un ritmo casi tan frenético como el de Tokio basta con visitar San Francisco durante el festival de anime y cosplay que se celebra cada julio, cuando las calles se llenan de disfraces y pelucas.
También es muy fácil viajar a México a través de los riquísimos tacos que encontrarás en el barrio de Mission o volar hasta Italia cuando pruebes los platos de pasta en algún restaurante de Little Italy.
Descubrir el secreto de los tranvías más famosos de Estados Unidos
Todo el mundo sabe que recorrer las calles más empinadas en un tranvía histórico es algo casi obligado que hacer en San Francisco (abajo), pero la cosa no acaba ahí: si te ha entusiasmado la experiencia del cable car, seguramente te interese explorar la historia de este medio de transporte tan típico de San Francisco. Basta con acercarse al Cable Car Museum para ver los enormes mecanismos que arrastran los vagones o un tranvía original del siglo XIX; además, el edificio sigue siendo una central eléctrica y hace que funcionen dos líneas de los míticos tranvías. ¡Este museo es un plan alternativo genial para los más nostálgicos! E, igualmente, una de las pocas cosas gratuitas que hacer en la ciudad.
Vivir un partido de béisbol en el estadio de los Giants
En pocos países se vive tanto el deporte como en Estados Unidos. Aprovecha la visita para ver uno de los equipos de béisbol más famosos de la liga MLB: los San Francisco Giants. Independientemente del enfrentamiento que haya, la atmósfera que crea la afición es realmente emocionante; y no sólo es una experiencia única a nivel deportivo, a nivel gastronómico, en el estadio de los Giants se sirve uno de los sándwiches de cangrejo más ricos y famosos de todo el país.
No dejes de visitar el campo aunque el béisbol no sea santo de tu devoción, ya que se trata de una obra arquitectónica que merece la pena por su fachada de ladrillo, que le da un toque vintage; además, se puede hacer un tour por dentro del estadio para comprobar que la gradería tiene unas vistas preciosas sobre la bahía. ¡Un privilegio que no tiene ninguna otra afición!
Poner a prueba todos los sentidos en Exploratorium
Muy cerca del famoso Pier 39 hay un centro de experimentos muy interesante para toda la familia: Exploratorium es una parada imprescindible para los más curiosos. Allí podrás poner a prueba los cinco sentidos a través de juegos que pondrán a prueba tus capacidades y que te harán aprender más sobre campos como el arte, la ciencia y la psicología humana.
Pero Exploratorium tiene más proyectos interesantes fuera de su sede principal. El mejor ejemplo es Wave Organ, un órgano hecho con plástico y hormigón que convierte al oleaje de la bahía en artista. Los sonidos que emite varían según la altura de la marea y la velocidad del viento; muchas veces se escuchan sonidos fantasmagóricos, y es que parte del material que se usó para construir el órgano provenía de un antiguo cementerio… ¿Te atreves a descubrirlo en primera persona? Solo hay que acercarse al extremo del embarcadero que hay en la marina de San Francisco.
Probar delicias locales antes de navegar hacia Sausalito
Pocos lugares tienen tanta vida como los mercados, y, en San Francisco, la cultura de los productos de proximidad está muy instaurada; por ello, no debes perderte los mercadillos de productos frescos. Para tener una experiencia gastronómica más completa, entra en el Ferry Building (imagen principal), uno de los edificios más bonitos y emblemáticos de la ciudad, con un mercado interior de primera categoría. Hay multitud de paradas y pequeños restaurantes que sirven especialidades en los que encontrar todo tipo de quesos, hamburguesas y productos gourmet de diversos rincones del mundo.
Justamente desde el Ferry Building salen los barcos hacia Sausalito, la localidad vecina. Tiene un ambiente mucho más relajado que San Francisco y una urbanización única con casas flotantes. ¡Incluso hay una que imita el Taj Mahal!
¿Te han entrado ganas de hacer la maleta? Ahora, San Francisco está mucho más cerca en ruta directa con Iberia. ¿Un último consejo? No olvides una chaqueta para combatir la niebla que suele cubrir la ciudad.
Imágenes | telesniuk; canadastock