Un recorrido por la galaxia Michelín de Cantabria

20/08/2020
©Restaurante Cenador de Amós

Visitar Cantabria ha sido desde siempre una auténtica experiencia para tus sentidos gracias a sus infinitos reclamos naturales, culturales y arquitectónicos; pero también a nivel gastronómico, apartado en el que ya nos hemos detenido con anterioridad y que sirve para cerrar el círculo de una extraordinaria escapada o de unas vacaciones de primer nivel.

Porque de alta cocina saben allí, y mucho, con chefs reconocidos a nivel internacional y con seis restaurantes estrella Michelín (suman nueve galardones en total) que han sabido aunar tradición y vanguardia de manera excepcional, reinventando platos típicos de la zona sin perder las raíces de las que siempre han bebido. Hoy haremos parada en cada uno de ellos, un recorrido por el SABOR. Sí, SABOR con mayúsculas.

©Restaurante El Serbal

El Serbal, en Santander

Un clásico de la gastronomía cántabra, símbolo del barrio de Puertochico en Santander, capital de la región. Consiguieron su primera estrella Michelín en el año 2003, cuatro años después de la apertura, y desde entonces han revalidado la distinción año tras año gracias a la dedicación en cuerpo y alma del equipo que capitanean Quique Muñoz, chef, y Rafael Prieto, jefe de sala y sumiller; y es que la cocina se coordina con la sala para ofrecer una experiencia completa al comensal. Su salón-comedor está decorado con toques modernos y colores cálidos, un ambiente que hará que te sientas como en casa.

En materia culinaria, su oferta se basa en combinar tradición y vanguardia para dar un giro sofisticado a los productos de toda la vida. Son famosos sus steaks tartar y sus flambeados, pero también otros platos con nombres más elegantes como el tartar de vieiras y gambas, crema de cocochas y crujiente de mar; la presa ibérica lacada al carbón con crema de zanahoria confitada en aceite de café; o el ravioli de cocido con su crema y puré de garbanzos. Tienes opción de carta y menú degustación, incluyendo uno de ellos con maridaje de champán francés. En El Serbal cuidan tanto los detalles que hasta preparan panes artesanos, cuentan con una cuidada selección de quesos internacionales y ofrecen una bodega que supera las quinientas referencias.

©Restaurante Solana

Restaurante Solana, en Ampuero

Ubicado en las cuencas bajas del río Asón, frente al Santuario de la Bien Aparecida (patrona de Cantabria) en la preciosa localidad de Ampuero, el Restaurante Solana ha sabido sacar partido de su extraordinario enclave para ofrecer al comensal momentos gastronómicos en simbiosis con la naturaleza. El chef Ignacio Solana comanda la cuarta generación de una familia dedicada a la hostelería, encargándose de actualizar su propuesta culinaria con toques contemporáneos al reinventar los memorables guisos caseros por los que se ha conocido desde siempre el local. Su atrevida apuesta le ha servido para convertirse en uno de los cocineros españoles más jóvenes en conseguir una estrella Michelín.

Con un claro enfoque hacia los productos de temporada, ofrece la opción de carta y menú degustación. De sus platos, resulta obligado destacar referencias tan de la tierra como la versión actualizada del cocido montañés; la ostra Gillardeau con gazpachuelo cántabro; su quesada 2.0 (una deconstrucción del mítico dulce local); y, por supuesto, la croqueta de jamón campeona del mundo en Madrid Fusión 2017. Su carta de vinos supera las 450 referencias.

©Restaurante El Nuevo Molino

El Nuevo Molino, en Puente Arce

Bajo la exitosa dirección de Toni González y Rafael Prieto, este referente a orillas del río Pas lleva más de una década flirteando con la estrella Michelín, desde el año 2008 para ser exactos: matices tradicionales a los que han sabido conferir guiños vanguardistas, interpretando los platos de siempre sin perder un ápice de esencia; por algo, como bien dicen, su apuesta “hunde las raíces en el entorno”. ¿Y qué podrás encontrar en El Nuevo Molino? Sabores tan de la tierra como unas rabas de calamar sobre espuma de alioli de tinta; recetas con buey tudanco (una raza de vacuno propia de la zona) como protagonista (como el taco de rabo con guacamole y salsa taquera que vemos arriba); o, ya de postre, una torrija caramelizada con helado de jengibre. Tendrás carta o menú degustación para elegir, con una bodega que sobrepasa las trescientas referencias.

Un salón comedor decorado con gusto exquisito, una amplia terraza donde disfrutar de la velada al aire libre, un antiguo hórreo con gastronomía enmarcada en menú diario que varía según el mercado y la temporada y una capilla convertida en espacio Hennessy, ataviada con extensa carta de licores y cava de puros habanos. Una interesante variedad de espacios que se unen bajo la atenta mirada de un imponente jardín ubicado en un entorno natural único. Espectacular.

©Restaurante La Bicicleta

La Bicicleta, en Hoznayo

“Una cocina limpia, emocional y visual, de sabores sutiles, que hunde sus raíces en la gastronomía tradicional”: estas son las premisas con las que Eduardo Quintana y Cristina Cruz definen la filosofía de La Bicicleta, uno de los últimos restaurantes de Cantabria en llegar a la galaxia Michelín, galardonado con una estrella. Ubicado en una antigua casa de piedra del siglo XVIII que ellos mismos remodelaron con un aire de lo más retro en su pueblo natal, defienden una apuesta basada en productos de temporada y en productores locales que realzan los sabores de la zona.

Tanto en su salón interior como en el porche al aire libre podrás saborear una amplia carta de vinos en la que incluyen referencias a la Indicación Geográfica Protegida Costa de Cantabria y menús degustación en los que destacan platos con una esencia tan cántabra como el ravioli de cabrito en sopa de caricos o la vieira marcada con caldo de cocido lebaniego; también carnes de primerísima calidad. En estos momentos también están inmersos en La Pizzicleta, un nuevo proyecto pop-up efímero con el que buscan “llevar a otra dimensión el concepto de la pizza” basándose en harinas ecológicas, quesos cántabros y productos de proximidad. Suena bien, ¿verdad?

©Restaurante Annua

Restaurante Annua, en San Vicente de la Barquera

Annua representa la conclusión lógica de combinar raíces mexicanas, enriquecedoras vivencias por Asia y el amplísimo abanico de posibilidades que ofrecen los productos cántabros; apuesta multicultural que se refleja en menús degustación con platos tan sugerentes como el aguachile de ventresca y mango; la vaca tudanca con mole de brócoli y parmesano; o el estofado de piñones, anguila y quesuco. Unas cuidadas presentaciones que te dejarán boquiabierto. También son especialistas en trabajar con ostras (cultivadas en la propia localidad de San Vicente de la Barquera, de primera calidad), producto que saben tratar como nadie y que han sabido elevar a su enésima potencia. ¿El resultado? Dos merecidísimas estrellas Michelín.

El chef Óscar Calleja es la viva imagen del éxito forjado tras años y años de trabajo duro, de constancia, de continuas innovaciones buscando la excelencia en cada uno de los procesos; un profesional con los pies en la tierra y muy bien acompañado por un equipo de jóvenes profesionales que conciben la cocina como un bello arte. Su espectacular mirador frente al mar Cantábrico completa una de esas experiencias gastronómicas que guardarás para siempre en tu memoria.

©Restaurante Cenador de Amós

Cenador de Amós, en Villaverde de Pontones

Y llegamos al único restaurante con tres estrellas Michelín de la región, un templo gastronómico que dirige desde 1993 el afamado chef Jesús Sánchez junto a su mujer Marian Martínez. Jesús ha sido reconocido durante su amplia trayectoria con los máximos galardones nacionales e internacionales, y su excelso hacer en materia culinaria le ha permitido participar como ponente en los mejores concursos gastronómicos y ser rostro habitual de programas de televisión. La propuesta de alta gastronomía del Cenador de Amós busca trasladar al comensal a la esencia de las cosas, reinterpretando platos tradicionales con técnicas de vanguardia y guiños especiales del chef, siempre en un trabajo complejo con el que bucear en la memoria.

Su oferta se basa en 2-3 menús degustación en continua renovación, de varios tiempos, en los que encontrarás bocados con nombres tan evocadores como Perfecto de foie sobre bizcocho de aceituna negra; cachón ahumado a la brasa, tinta de calamar y vegetales marinos; o el tronco de cigala con tuétano y caviar. La bodega, por su parte, tiene más de 200 años de historia, está dirigida por el sumiller Andrés Rodríguez y ofrece casi quinientas referencias; también cuentan con obrador de pan propio. El restaurante está enclavado en un entorno natural único, de gran belleza paisajística, y se ubica en una casona-palacio de 1756 decorada por prestigiosos interioristas; algo que permite, como ellos mismos dicen, que “la experiencia comience desde el mismo momento en el que se entra al restaurante”.

Hablar de gastronomía en Cantabria es hablar de excelencia, de mentes brillantes que dan lo mejor de su creatividad para poner a la región en el pedestal que por derecho le corresponde. Y, para conocer mucho más de su esencia culinaria, te recomendamos visionar el vídeo que preparamos el año pasado junto con nuestro Iberia Mayor Carlos Maldonado, quien recorrió Cantabria algunos de estos restaurantes con estrella Michelín y preparó exquisitos platos junto con los chefs. ¡Degusta Cantabria!

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