Es frecuente que nos llevemos un libro para leer en el avión. Algunos lo hacen por entretenerse y otros por distracción. La cuestión para que la distracción sea efectiva es saber leer bien, es decir, lograr conectar con la historia y que nuestro pensamiento, sobre todo en una situación tensa, se disipe del estímulo que nos preocupa. Es una buena manera de alejar la aerofobia de nuestra mente ante un viaje.
Cuando una persona no está acostumbrad a leer, le resulta difícil y lento, su memoria no está bien entrenada para la lectura de manera que no recuerda bien lo que lee, especialmente si son frases largas, y a menudo tiene que leer algo varias veces antes de entender lo que dice. La lectura es algo que mejora con la práctica, pero mucha gente apenas lee, pues prefieren la televisión, los ordenadores o Internet antes que un libro. Esta falta de práctica en la lectura puede hacer que tengan problemas a la hora de concentrarse en lo que leen. No obstante, las habilidades lectoras pueden mejorarse. Estos son algunos consejos que nos ayudarán a lograrlo:
1. Pregúntate el motivo por el que lees algo. Antes de empezar a leer es importante que tengamos claro por qué lo vamos a leer. No es lo mismo leer para entretenerte y pasar el rato, que leer para encontrar una información determinada sobre un tema que deseas conocer, o leer una novela con el propósito de comentarla después en clase o hacer un comentario de texto por escrito. En función del motivo, podremos centrarnos especialmente en las partes del texto que nos ayudarán a alcanzar nuestro propósito.
2. Echarle un vistazo rápido al texto. Leer los títulos, los encabezados de diversos apartados, los párrafos principales (que suelen ser el primero y el último de cada apartado), y mirar los gráficos, las tablas y las imágenes para hacernos una idea general del contenido del texto. Esto nos ayudará a recordar mejor cuando lo leamos entero y nos ayudará a saber de antemano dónde está el contenido más importante.
3. No leer palabra por palabra. Para leer correctamente y entender y recordar lo que leemos, es importante que, al fijar los ojos en el texto, no solo letras o palabras aisladas. Cuando un buen lector mira el texto, ve grupos de palabras que lee juntas, no palabras sueltas. Si tienes que leer letra por letra o palabra por palabra pierdes demasiado tiempo y, cuando terminas de leer una frase, ya se te ha olvidado lo que dice. Por tanto, para leer correctamente debemos fijar la vista en varias palabras para leerlas a la vez. Verás que cuando haces esto lees mucho más deprisa, porque en vez de «pronunciar» en silencio cada palabra una a una, te limitas a mirar varias palabras y leerlas instantáneamente, sin pronunciarlas. Además, al hacerlo así todo tiene más sentido porque no van llegando a tu mente palabras aisladas lentamente, sino frases o trozos de frases con significado, que son más fáciles de recordar.
Foto | dezeta
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