Colombia, naturaleza y legado

17/06/2021
R.M. Nunes

 

La naturaleza, en Colombia, sobrepasa lo imaginable. Pocos lugares dan la bienvenida generando un impacto tan grande por sus paisajes, su flora y su fauna. Todos los escenarios se encuentran en Colombia, incluso aquellos que nadie imaginó.

Selvas, bosques, cumbres, llanos, glaciares, páramos, montañas, desiertos, ríos, playas y arrecifes, distribuidos por seis impactantes regiones turísticas, que son el marco en el cual se pueden vivir experiencias que dejan huella, que transforman.

Gracias a la preservación, el valor más importante transmitido por las culturas ancestrales, hoy, en 2021, Colombia le puede ofrecer al mundo una naturaleza imponente, para que se visite, para que se siga cuidando. El poder de la naturaleza de Colombia ha llegado a nosotros bajo la forma de una biodiversidad imponente.

Una mezcla poderosa entre lo ancestral, lo indígena, lo afrodescendiente, lo criollo y lo contemporáneo es la base del legado que se puede vivir en Colombia. El legado de Colombia, de su cultura es, ante todo, auténtico.

Una autenticidad tan fuerte que hace sentir al visitante como el descubridor primigenio de este magnífico rincón de América del Sur. La herencia del pasado se muestra hoy ante el mundo con toda la creatividad a través de cada palabra, de la música, la moda, la gastronomía, el arte y sus gentes.

 

Cartagena, Colombia
Cartagena, Gran Caribe Colombiano
Working In Media

Gran Caribe Colombiano, mucho más que Caribe

Desde las costas verdes del Parque Nacional de Tayrona, donde la selva abraza el mar y se vislumbran las nieves perpetuas de la Sierra Nevada de Santa Marta, hasta las insólitas dunas del desierto moldeadas por los vientos de la Guajira y el extraordinario mar de los siete colores que baña la isla de San Andrés, la región del Gran Caribe Colombiano es el lugar perfecto para disfrutar de un descanso de ensueño.

Pero esta tierra mágica es mucho más que arena dorada, arrecifes de coral y mar Caribe. Es el hogar de culturas fascinantes como las indígenas Wayú, Kogi y Zenú o las raizales y palenqueras, de sitios arqueológicos y sagrados como Ciudad Perdida y del imaginario macondiano del Nóbel García Márquez.

El Gran Caribe Colombiano es una región de naturaleza exuberante, donde encontramos el pico más alto de Colombia y el extremo más al norte de todo el continente sudamericano, Punta Gallinas.

Pero, sobre todo, es la cuna de una de las ciudades coloniales mejor conservadas del mundo, Cartagena de Indias, Patrimonio de la Humanidad y una auténtica joya colonial, y de hermosos Pueblos Patrimonio, como Mompox y Lorica.

La rica herencia cultural de esta región queda patente en el colorido Carnaval de Barranquilla y en la enorme diversidad de ritmos y de géneros musicales, como el Vallenato, la Cumbia y el Porro que se escuchan y bailan en todo el Gran Caribe Colombiano. Un Caribe lleno de contrastes, que va mucho más allá que cualquier otro Caribe.

 

 playa tropical Almejal, Colombia
Playa Almejal. Pacífico Colombiano
StreetFlash

Pacífico Colombiano, sabor a selva y mar

El desconocido Pacífico Colombiano, es uno de los secretos mejor guardados de la naturaleza de Colombia, un verdadero paraíso natural, donde salvajes selvas milenarias colisionan armoniosamente con el océano, y donde majestuosas cascadas se derraman desde imponentes montañas y bañan sus enormes playas vacías.

Es un lugar tan puro, que las ballenas jorobadas hacen épicas travesías para dar a luz en sus aguas solitarias, mientras tortugas marinas llegan a anidar en sus arenas oscuras y tiburones martillos se pasean por los maravillosos paisajes submarinos de la Isla de Malpelo, Patrimonio de la Humanidad.

El Pacífico Colombiano, de herencia afrodescendiente y ancestral, es además uno de los ecosistemas más biodiversos del mundo, sólo en el Chocó se han reportado 838 especies de aves que habitan sus maravillosos parques naturales, de las cuales 10 son endémicas, casi el 50% del total de la avifauna de Colombia.

La región palpita al ritmo de la cultura Afrocolombiana, comunidad que compone melodías y ritmos fascinantes desde sus selvas al son de la marimba, que suena a arrullo y currulao, y cuya rica tradición culinaria sigue influenciada por la magnífica naturaleza que la rodea, creando el delicioso sabor Pacífico.

Pero el Pacífico Colombiano también es Cali, una ciudad tremendamente vital y rebosante de cultura y gastronomía, con una atmósfera cautivadora y electrizante, y una vibrante vida nocturna, que se mueve a ritmos icónicos de influencia afro o latina.

Conocida desde hace décadas como la capital mundial de la salsa, Cali es la sede de importantes eventos culturales como la Feria de Cali, el Festival Mundial de Salsa o el Petronio.

Andes Occidentales Colombianos, Colombia
Valle de Cocora, Andes Occidentales Colombianos
Jiann Ho

Andes Occidentales Colombianos, montañas de café y flores

Los Andes Occidentales Colombianos, la región que abraza la vibrante y moderna ciudad de Medellín junto a sus vecinos sureños, siempre cafeinados, es el escenario de majestuosas montañas con aroma a café, pueblos extraordinariamente coloridos, ríos de aguas cristalinas, aves exóticas y valles colmados de flores.

Con un clima primaveral deliciosamente suave y campesinos conversadores, es una región ideal para la exploración que nunca deja de sorprender.

En estas montañas de café y flores la palabra, “puebliar”, o buscar el descanso del verde en pueblos cercanos, cobra sentido gracias a la Red de Pueblos Patrimonio, con lugares maravillosos como Santa Fe de Antioquia, Jericó, Jardín o Salamina.

En toda la región, la cultura campesina o paisa y la naturaleza de Colombia se funden. Es la tierra del Paisaje Cultural Cafetero, Patrimonio de la Humanidad, con Salento, sus haciendas y su Yipao, también de Guatapé, de las nieves perpetuas del PNN Los Nevados, del Valle de Cocora con sus magníficas palmas de cera y del Río La Miel.

Pero los Andes Occidentales Colombianos son también Medellín, una ciudad dónde la modernidad, la innovación y las costumbres conviven en armonía, transformando sociedades, mirando al futuro desde la tradición.

Es la ciudad de la eterna primavera, de Botero, del metrocable, de la cultura silletera, de la gastronomía y de la moda colombiana.

Combinando su diversidad incomparable e infraestructura de primera clase, los Andes Occidentales Colombianos son el destino favorito de los amantes de la naturaleza, los gourmets, los aficionados al deporte, especialmente al ciclismo, y los amantes de la vida nocturna, por igual.

Bogotá. Andes Orientales Colombianos Páramos y Valles Legendarios
Arturo Rosenow

 

Andes Orientales Colombianos Páramos y Valles Legendarios

Si hay una región que condensa perfectamente el fascinante equilibrio de Colombia entre tradición y modernidad, es la de los Andes Orientales Colombianos.

Extendiéndose hacia el norte desde la inmensa y moderna capital, Bogotá, con sus rascacielos, sus cautivadores museos, su gastronomía y su riquísima oferta cultural, la región transporta rápidamente a los visitantes a otro mundo, a una época de leyendas, de reinos perdidos y pequeños pueblos coloniales.

Muchos de estos pueblos, como Villa de Leyva y Barichara, conservan el encanto del viejo mundo sin que lo contemporáneo, a tan sólo un corto trayecto en coche les afecte.

Los Andes Orientales Colombianos son los Andes dónde empezó la colonización, pero también los de la ruta libertadora, el escenario dónde se cruzaron las culturas indígenas ancestrales con la europea y la criolla, generando un imaginario poderoso e impulsando leyendas como la de El Dorado.

Tierra de cumbres, páramos y valles, los Andes Orientales albergan Parques Naturales impresionantes, como el PNN El Cocuy, la mayor masa glaciar de Colombia con más de 25 picos cubiertos de hielo y 150 lagunas, o el Cañón del Chicamocha, que ofrecen un sinfín de opciones para los deportes de aventura.

Para los amantes de la naturaleza menos experimentados, encontramos el Parque Natural Chicaque, a sólo 30 minutos de Bogotá, o el PNN Chingaza, un tesoro natural que guarda secretos y pensamientos de los Muiscas y los Guayupes, pueblos indígenas que resguardaban este mágico territorio.

La centralidad de los Andes Orientales Colombianos permite tomar conciencia de la cordillera, desde los llanos o desde el Valle del Magdalena, un paraíso para los amantes del ciclismo.

Las Lajas, Macizo Colombiano

Las Lajas, Macizo Colombiano

Rafal Cichawa

Macizo Colombiano, orígenes ancestrales

El misterioso Macizo Colombiano es el lugar donde nacen los ríos más importantes del país, donde los páramos alimentan de vida las cuencas del Cauca, el Magdalena y el Amazonas.

Y es también la cuna de la cultura andina de Colombia, sus orígenes ancestrales, donde enigmáticos monumentos de piedra se mantienen en equilibrio sobre exuberantes laderas y donde impresionantes cadenas montañosas protegen tumbas subterráneas dibujadas.

Pero estas montañas no sólo albergan los secretos de civilizaciones perdidas en los Parques Arqueológicos de San Agustín y Tierradentro, la región del Macizo Colombiano sigue siendo, hoy día, el corazón de algunos de las comunidades indígenas más distintivas del país, como las de Silvia y Sibundoy, que mantienen vivos sus saberes y costumbres ancestrales.

Un destino para explorar, bendecido por una geografía maravillosamente variada, coronada por los etéreos paisajes brumosos del páramo y las cimas de los volcanes del PNN Puracé. Esta mágica región es hogar del planetario natural más grande de Colombia, el Desierto de la Tatacoa, de la Cascada del Fin del Mundo, una majestuosa caída de agua que se esconde en medio de la Selva Amazónica y de la mítica Laguna de la Cocha.

Pero el Macizo Colombiano alberga también una de las ciudades coloniales más importantes de Colombia, “la Ciudad Blanca” de Popayán, donde se celebra su Semana Santa, declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y del impresionante Santuario de Las Lajas, construido en el borde mismo de un abismo, en la cordillera de los Andes, a casi tres mil metros sobre el nivel del mar.

Caño Cristales, Amazonía – Orinoquía Colombiana

Caño Cristales, Amazonía – Orinoquía Colombiana

Claudio Sieber

Amazonía – Orinoquía Colombiana, selvas y llanos sagrados

La Amazonía-Orinoquía Colombiana es pura naturaleza de Colombia, un paraje de bosques milenarios y colosales cielos, formado por dos ecosistemas de extraordinaria importancia, la Amazonía y la Orinoquía, que albergan ríos imponentes y atronadoras cascadas.

La zona norte está cubierta por los llanos, un paisaje salvaje de haciendas (hatos), llanuras vírgenes y esteros biodiversos, ricos en cultura de campo y frontera, épicos atardeceres y una inmensa variedad de flora y fauna.

La cultura llanera habla de campo, ganado, caballos, coleo y joropo.

Más al sur, los llanos dan paso a las selvas vírgenes de la cuenca del Amazonas, que acogen las mayores extensiones de bosque no explotadas del continente. Un universo de maravillas naturales cuidadosamente velado y protegido por sus habitantes indígenas, custodios de mitos y saberes ancestrales.

La inmensa región verde de la Amazonía-Orinoquía Colombiana alberga fascinantes atractivos de talla mundial como el PNN Serranía del Chiribiquete, una mega reserva natural protegida, patrimonio mixto de la humanidad, esencial para la preservación de la biodiversidad y ecosistemas naturales del planeta y que atesora la mayor cantidad de pinturas rupestres y petroglifos del continente americano.

Pero la espectacular Amazonía-Orinoquía Colombiana también cuenta con el río más hermoso del mundo, Caño Cristales, conocido como el río de los siete colores, o con uno de los parajes más bellos del planeta, los raudales de Jirijirimo.

Esta gran región de selvas y llanos sagrados y biodiversos, hogar del jaguar y la tonina, ha preservado hasta hoy maravillas naturales, mitos y culturas vivas para que sean conocidos, pero también cuidados, por sus visitantes.

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